"Lo que nos fascina es estar en el aire y lo que queremos es pasar ahí el mayor tiempo posible. Este curso con Damián (Lestarpe) nos permite conocer los secretos y no volar a ´ciegas´", sintetiza Eduardo Suárez en nombre del grupo.

"Cuando volás suceden muchas cosas a la vez y esta capacitación te da herramientas para poder empezar a resolverlas", suma Rafael Bartel.

"Se vuela por placer, por gusto", recalcan los visitantes. "Todo vuelo es diferente, es un vicio que necesitás", apunta Suárez.

"Siempre hay algo por mejorar. Todo vuelo es distinto porque los días son distintos y siempre se puede sacar algo más. Cada vuelo pasa a ser un desafío personal y muy entretenido. Tiene que ver con la evolución de cada uno como piloto… la progresión es natural en la vida y en el parapente pasa lo mismo; siempre estamos aprendiendo un poco más", acotan Hernán Buzzi y Mariana Catani.

Los parapentistas llegaron a La Madrid desde diversos puntos de la Argentina: Lanús, La Pampa, María Teresa.

Cada uno vivió la pandemia de distinta manera y no les permitió volar mucho tiempo. La coincidencia es que "estuvimos meses sin poder hacerlo".

"Estuvo muy frenada la actividad y muchos chicos no pudieron volar nada durante el año pasado", resume el "Flaco" Lestarpe.

Tal vez el caso sea el de Mariana. "La última vez que volé fue acá. Vine a hacer un curso y unos días después se decretó la pandemia, se cerraron los caminos y todo y a partir de ahí no pude hacerlo más", repasa. En el caso de Eduardo, que viajó desde el Conurbano, a mediados del año pasado se les permitió hacer vuelos cortos, "era despegar y aterrizar, después pudimos extendernos hasta el límite del municipio", relata.

"Estar tanto tiempo sin poder volar, y sin poder muchas actividades, hizo mal porque en el caso del parapente es algo que necesitás estar haciendo constantemente, en mi caso", indica Suárez.

A pesar de estar tanto tiempo sin la actividad, los pilotos coinciden que "no se pierde desde lo técnico" aunque "sí fuera de tiempo". "Pero la sensación de encontrarse nuevamente en el aire fue maravilloso, estuve más relajada, disfrutándolo y dispersa", acota Catani.

"El gran parate arrancó justo cuando terminaba la temporada. Si hubiera arrancado un mes antes hubiera estado más pelado de lo que estoy", dice en tono de broma Rafa Bartel. "El que estuvo encerrado y sin volar le pegó mal", agrega.

Con las alas al viento

General La Madrid es uno de los mejores sitios de la Argentina -y del mundo- para lograr vuelos de cross. Damián Lestarpe supo obtener el máximo registro nacional de manera individual y en tándem. También el distrito ostentó la marca entre las mujeres. Y el fin de semana se pudo haber repetido.

Silvina Coscia estuvo a punto de repetir el récord argentino de distancia en la categoría femenina. Más allá de eso la piloto sostiene que "lo más importante es que fue un vuelo mágico porque hice las cosas como me las había propuesto".

"Yo vine con idea de hacer correcciones en los vuelos; sabía que estaba cometiendo errores y el curso te ayuda a corregirlos y aprender. En la mañana hablamos algunas cuestiones y salí con la idea de ponerlas en práctica… nunca me imaginé que iba meter el vuelo que salió", cuenta y explica que la intensión siempre fue "jugar con las nubes y poder estar mucho tiempo en el aire".

De pronto la recordwoman se encontró que estaba cerca del cordón de Sierra de la Ventana. "Salí con algunas cuestiones por el viento porque no estoy acostumbrada. Pude disfrutar del vuelo de otra forma porque pude hacer lo que me había propuesto y corrigiendo. En un momento veo que estaba la sierra y me quedé maravillada por el paisaje, en un momento estaba encima y fue mágico porque el sol cruzaba las nubes y daba en la montaña", relata.

"Es un momento mío, para disfrutarlo. No me di cuenta que estaba cerca del récord porque no tengo la marca de la distancia. Volé tres horas y media y estaba feliz porque hice lo que tenía que hacer. Me sentí conforme porque aprendí y eso te da satisfacción… fue un vuelo redondo", dice Coscia con satisfacción.

"Le debo el récord a Damián (Lestarpe). Sé que tengo cosas por mejorar. Tengo metas: alcanzar los 150 kilómetros y llegar a la playa pero ver la sierra fue mágico", resume.

"Me apasiona volar, es un vicio y cada salida es una aventura entonces te traés lo mejor y frustraciones. Volar desde acá fue el plus", recalca la piloto llegada desde Santa Fe.

"Es muy destacable el vuelo que hizo Silvina porque hace poco logró el récord argentino y lo hizo en plena temporada. Hoy las condiciones son completamente diferentes. Tiene el doble de mérito aunque el otro haya sido de mayor distancia. Aunque se mide el logro en números es más meritorio que haya igualado lo que hizo en enero, y en un día regular", recalcó el "Flaco" Lestarpe.