"Los boletines epidemiológicos se hacen en todos lados. Lo comenzamos porque creímos importante que ante una situación tan excepcional como la pandemia la gente estuviera informada", sintetiza "Cachy".

En los primeros días de la publicación, cuando comenzaron los primeros casos sospechosos y luego más adelante con las confirmaciones "todos preguntaban quién será, se corrían los comentarios, y en las cuestiones que afectan a la salud pública es importante que la gente sepa de lo que se está hablando", justifica.

A lo largo de 365 días solo en dos ocasiones no se publicó el boletín: en Navidad y en ocasión del nacimiento de un nieto de Héctor Rodríguez Bay.

El objetivo siempre fue "abarcar a todo el espectro de la comunidad. Se informaron los casos, se incorporaron gráficos para que los médicos pudieran seguir la evolución, también se sumó un espacio para la lectura y recomendaciones para escuchar música".

"La idea del boletín fue que hubiera transparencia sobre la situación y que no corrieran comentarios que lejos beneficiar perjudican", recalca.

El boletín surgió apenas se estableció regularmente en el momento de la cuarentena más dura por eso "trató de ser un mix entre información y un momento de solaz al final del día, cuando veníamos golpeados por las circunstancias", menciona.

El médico tiene una vasta experiencia en publicaciones de este estilo ya que también se encargó de la publicación de los boletines mensuales del área de APS en el Hospital y lo hizo en Neuquén en su estadía en la Patagonia.

"Al principio la gente lo seguía con mucha avidez pero con el correr del tiempo no lo fue mirando tanto", indica y se plantea la posibilidad de distanciarlo en su regularidad.

"Con los primeros casos te preguntaban ¿quién es el positivo? pero no se pueden dar los nombres. Siempre se informó al paciente pero ocurrió que muchas veces ellos, su familia o amigos hacían conocida la situación pero desde Salud siempre se mantuvo en reserva… hoy con WhatsApp en dos minutos se entera toda la ciudad", apunta sobre cómo se manejó la comunidad con los nombres.

El día después de mañana

"La gente no tiene aprehensión a la pandemia y ha ido naturalizándola, lo mismo ocurre con los cuidados cotidianos", se preocupa Héctor Rodríguez Bay.

"Se han perdido algunos hábitos y está más relajada", advierte. "Es preocupante porque no tenemos un nivel alto de inmunización y la vacunación alcanzó un 20 por ciento. El nivel de contacto con el virus es bajo como para producir el efecto rebaño por eso seguramente van a seguir apareciendo casos, además la vacuna impide formas graves pero no que te enfermes o puedas transmitir el virus. Hay que seguir cuidándose", recalca.

El profesional explica que tal vez el coronavirus en un tiempo se transforme en una enfermedad endémica "y que quedará entre nosotros por eso es tan importante seguir con el distanciamiento social, el uso del barbijo, la higiene", explica.

A diferencia de otras situaciones pandémicas, el coronavirus "presenta casos graves azarosos: por más que las complicaciones se han dado en personas mayores, también se ha visto en personas jóvenes sin tener patologías y en otros casos ha infectado a gente muy grande y ha transitado la enfermedad sin problemas. Esto no escapa al aforismo médico de que no hay enfermedades sino enfermos, cada paciente es una circunstancia que no depende solo del germen y hay un montón de determinantes que van más allá de lo biológico", concluye Héctor Rodríguez Bay.