"En Rosario está nuestra sede. Es donde tenemos todo concentrado en cuanto a la parte administrativa, técnica y depósito y los talleres de mantenimiento, pero también tenemos otras sedes en distintos puntos del país como una base en la zona de Vaca Muerta, en Neuquén; en San Juan, que es Milicic Minería, y en otros lugares con campamentos más estables donde funciona cada proyecto. En Olavarría hicimos instalaciones dentro de Cementos Avellaneda por el contrato que tenemos para destape de canteras, por nuestro trabajo en suelos" comenzó contando el ingeniero Federico Lufft, vicepresidente de la empresa Milicic, en una charla vía telefónica desde su oficina en Rosario.

Respecto de su trabajo, una de las responsabilidades de Lufft tiene que ver con la conducción comercial de Milicic. "Así es, tengo a cargo la dirección comercial de la compañía, la que tiene ya más de 40 años de antigüedad. Hoy estamos en un pico histórico de empleo, con más de 2.100 empleados, aunque con un promedio de 1.500, pero estamos con un volumen muy importante de trabajo este año, llegando a un punto máximo" resaltó.

"Nuestra empresa es constructora de obras industriales, principalmente. Fundamentalmente estamos insertos en la minería, el gas y el petróleo, y la energía. Además, en cuanto a servicios tenemos también la construcción, y el servicio con equipos de movimientos de suelos, con equipamiento de acuerdo con el tamaño de construcción (movimientos de suelo para obras) como los de mayor porte para la minería (excavadoras y camiones de gran porte). Esa es nuestra actividad principal, y lo que tiene que ver con construcción es industria en general, pero con el foco principalmente en esos tres sectores de la industria: minería, gas y petróleo, y energía" explicó Lufft.

"Particularmente, aparte de la minería donde somos uno de los principales actores, estamos muy insertos en energías renovables con parques eólicos. Llevamos ya once parques, entre los terminados y los que aún están en ejecución, en lo que tiene que ver con obra social, en movimiento de suelo y fundaciones para los generadores. Y también en subestaciones de electricidad", afirmó.

Respecto del decaimiento que últimamente ha tenido el sector en cuanto al aspecto laboral, Lufft señaló que "hoy notamos que ha bajado muchísimo, es cierto. Respecto de los proyectos metalíferos, principalmente en los que estamos presentes en todo el país, no hay ninguno nuevo en construcción sino que estamos con trabajos de ampliación. Estamos en San Juan para emprendimientos como Veladero y Gualcamayo, y en ambos trabajamos para ampliación de los valles para lixidiar, con grandes movimientos de suelo, e impermeabilización para el depósito del mineral", explicó.

"En lo que tiene que ver particularmente con Olavarría -dijo Lufft- y la industria del cemento de la extracción minera, tenemos contratos con Cementos Avellaneda para destapes de canteras y en abril iniciamos la explotación de cantera, tanto de destape como transporte de mineral en la planta de San Luis de Cementos Avellaneda. Es una planta relativamente nueva y comenzamos en abril el inicio de esa explotación. Son contratos de cinco años de servicio", señaló el ingeniero Lufft.

La importancia de la minería en lo cotidiano es realmente muy grande y mucha gente quizá no conoce o no sabe que luego del agua, tiene un alto grado de necesidad, por lo que siempre se dice que luego del agua viene la minería aunque la actividad ha sufrido algunos inconvenientes. "Máxime con los desastres que hubo en Brasil, pero es necesaria la minería. La crítica que se recibe es en países subdesarrollados (salvo los del primer mundo como Canadá y Australia, que tienen grandes desarrollos y una adecuada gestión medioambiental), pero en la Argentina vemos que hay muchísimo control y exigencias de enormes inversiones para la protección del medio ambiente. Claramente, la minería tiene impacto porque hay un cerro y lo cambian de lugar, pero si está en la mitad de la cordillera puede ser ícono de una ciudad o de un pueblo, y eso está relacionado con el impacto. Pero en cuanto a lo que se vincula con la contaminación, hay muchísimo control para evitarla" resaltó.

En cuanto a las exigencias que se imponen a las empresas por el medio ambiente, dijo que "el control del impacto de nuestro trabajo, global si se quiere, es el movimiento de suelo y el proyecto del cliente lo tiene que resolver. Nosotros tenemos el control sobre nuestra tarea y que nuestros equipos sean los más eficientes posibles en cuanto a consumo de combustible, que no haya derrames ni de lubricantes ni combustibles, es decir lo que tiene que ver con la tarea propiamente dicha. Ese es el impacto que teneos que controlar y medir" comentó.

"Como empresa estamos un poco alineados en esto, tenemos certificados de nuestro sistema integrado de gestión. En relación con el medio ambiente contamos con las normas IS0 14.000, ya que hace siete u ocho años que llevamos ese certificado en la gestión, así como la norma ISO 18.000 de higiene y seguridad; fuimos una de las primeras empresas en tener esas certificaciones de normas de calidad. Por lo que los tres ejes (calidad, medio ambiente, e higiene y seguridad) los tenemos respaldados con normas internacionales y está todo certificado", aclaró.

"Lo distintivo de Milicic es la flota de equipos. Tenemos más de mil equipos de movimientos de suelos den las principales marcas como John Deere, Caterpillar, Komatsu. Son excavadoras, motoniveladoras, camiones, toda esa maquinaria forma parte de una flota moderna y numerosa. Desde Milicic se invierte bien para tener los mejores equipos, de marcas de nivel mundial. Es que estamos trabajando, por ejemplo en Veladero, a 4.500 o 5000 metros de altura, y llegar a la mina nos lleva entre 8 y 10 horas, y de tener un problema mecánico (porque son fierros y se pueden romper) todo se complica, por lo que hay que llevar el equipo más confiable posible. Nuestras obras tienen que ver con la logística, porque están lejos de las bases donde tenemos todo resuelto. Por eso priorizamos tener un equipo de mayor disponibilidad y calidad, más nuevo, confiable por calidad y por edad" siguió diciendo Lufft.

"Trabajar a 4.500/5000 metros es hacerlo en condiciones adversas, con una nevada considerable de hasta 25 grados bajo cero. En Santa Cruz en todos los proyectos mineros estuvimos en casi todos, como Cerro Vanguardia, Cerro Negro o Cerro Amoro. En Cerro Negro lo más importante es el valle de lixidación (es un proceso industrial donde el mineral se deposita en grandes valles, todo impermeabilizado, y se hace el riego para que el mineral se diluya y se capte a través de los sistemas de colección y vaya al tratamiento industrial). Allí estamos en situaciones climáticas adversas muchas veces, ya sea con frío o calor, y más que nada el frío exige una alta profesionalización. En los parques eólicos, del sur de la provincia de Buenos Aires hacia abajo, ya entramos en la zona de Bahía Blanca, Puerto Madryn y Neuquén, hay que trabajar con una alta profesionalización. Y ya terminamos un trabajo en Córdoba y en General Acha, La Pampa, donde son proyectos que están aislados, fuera de la zona urbana, y muchas veces se trabaja en condiciones de clima adverso", terminó diciendo Federico Lufft.