"Esta cadena perpetua repara un poco la historia de Valentina y Valeria"
Con la importancia de "sacarlas del lugar de víctimas y ponerlas en el lugar que tuvieron siempre en nuestras vidas", Hosanna Cazola, familiar de ambas mujeres, contó a EL POPULAR cómo atravesó el juicio de Valentina Gallina desarrollado a fines de noviembre. También brindó su visión sobre la dinámica de los juicios por jurados y elogió a la fiscal Paula Serrano.
Por Marco Becker
"Reparación" es la palabra elegida por Hosanna Cazola para describir tanto el proceso del juicio como la condena a prisión perpetua a Diego Ezequiel Alejandro Pais por asesinar a Valentina Gallina el 4 de enero de 2020 en un domicilio del barrio Isaura.
La actual coordinadora del Ministerio de Mujeres de la Séptima Sección es prima hermana de Valeria Cazola, asesinada en 2008, y prima segunda de su hija Valentina. En diálogo con EL POPULAR, contó cómo atravesó el proceso del juicio y destacó la importancia de la perspectiva de género en los procesos judiciales.
La justicia para la joven de 19 años llegó a casi tres años de su femicidio, y luego de dos juicios cancelados por diferentes razones. La primera suspensión fue en noviembre del 2021 debido a que la defensa del acusado había renunciado momentos antes de su inicio, mientras que la segunda, en marzo de este año, fue porque no se logró conformar el jurado.
"Era la tercera vez que se llevaba a cabo el juicio y estábamos en una instancia de prepararnos y a la vez no, porque sabíamos que es muy costoso el momento previo a pensar en armar las declaraciones, de juntarnos con los testigos", expresó, y agregó que "fue una situación ambigua porque no sabíamos si esperar hasta ultimo momento para economizar energías por lo que había pasado antes".
Si bien en esta oportunidad había mayor cantidad de personas citadas para la conformación del jurado, indicó que de todas maneras "hasta que no sucede no sabes que va a pasar".
El juicio finalmente se desarrolló desde el martes 22 de noviembre al viernes 25 en Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1 de Azul y abarcó cuatro audiencias, que contaron con la declaración de más de 40 testigos, entre ellos amigos y familiares de ambas partes y vecinos del barrio Isaura.
Cazola valoró haber podido presenciar el transcurso del juicio, ya que aseguró que fue "muy reparador saber de que manera se estaba desarrollando". Indicó que "pudimos constatar que la investigación que hizo la Fiscalía fue desde una perspectiva de genero, dando cuenta la violencia por motivos de género, el odio que se genera hacia las mujeres y las diversidades, y cómo esto encarna procesos de escalada de violencia, que lamentablemente terminan de esta manera".
Además, señaló que fue "fundamental" el testimonio de dos ex parejas de Pais, lo cual marcó "un antes y un después" en el juicio. "Ambas narraron la misma metodología de violencia y tortura que ejercía con todas las mujeres con las que se vinculaba. Pudieron denunciarlo frente a un jurado y un tribunal, con él sentado en la sala. Tener esa instancia de denunciar lo que alguien te hizo y posteriormente obtener la justicia prácticamente en ese mismo momento fue muy impactante y reparador".
A su vez, valoró la contención y el acompañamiento que hubo entre las mujeres que participaron del proceso, ya que tanto las ex parejas del sindicado como las amigas de Pais "estaban con muchísimo miedo, porque es entendible el miedo que genera sobre las personas alguien violento, el tener que declarar delante de él era un desafío y una situación muy compleja. A pesar de eso, ellas se presentaron y pudieron hablar".
Tras finalizar las audiencias, el jurado compuesto por 12 civiles declaró culpable al hombre de 32 años por "homicidio triplemente calificado por el vínculo, por su comisión con ensañamiento y mediando violencia de género (femicidio)", mientras que una semana después el juez Joaquín Duba lo condenó a cumplir cadena perpetua.
La figura del femicidio
Diferente fue el caso de Valeria Cazola, madre de Valentina, quien fue asesinada en junio de 2008 por su pareja de aquel entonces, Jorge Villanueva, quien le propinó cinco puñaladas en el abdomen. El hombre fue condenado a diez años de prisión en un juicio abreviado realizado en 2009 por el delito de "homicidio simple", debido a que en aquel entonces no estaba establecida la figura de "femicidio" como agravante (fue incorporada en 2012).
En consecuencia, la investigación "no fue llevada adelante desde la perspectiva de género y desde este nuevo concepto que es el delito de odio, donde no solamente lastima a una persona por causas particulares e individuales, sino que tiene que ver con un flagelo social que afecta a la mitad de la población", destacó Hosanna.
Por otro lado, sostuvo que "nosotros como familia, como comunidad, como la Casa Popular Valeria, no pudimos tramitar ese dolor porque no entendíamos qué sucedió. Lo que nos viene a traer esta cadena perpetua con todos los agravantes es también reparar un poco esta historia. Es para nombrar tanto a Valeria como a Valentina desde quiénes ellas eran, sacarlas del lugar de víctimas y ponerlas en el lugar que tuvieron siempre en nuestras vidas como familiar, con su alegría y lo que significaba compartir cosas con ellas. Creo que esa es la reparación mas importante".
"Desde hace tres años, cada vez que nombramos a Valentina lo hacemos por ese día, como si ella no hubiese tenido una vida anterior y no hubiese sido alguien antes de ese 4 de enero. Ahora se abre la posibilidad de pensar en ella, de traerla y recordarla para que habite con nosotras por fuera de ese día", amplió.
Con respecto a estos cambios, consideró que la sociedad ha "avanzado muchísimo" en los últimos años y destacó que "los procesos que se han dado dentro del Estado con políticas públicas son hechos simbólicos que generan un punto de inflexión y que ponen en la agenda publica y sobre la mesa la problemática que existe, que hay que abordarla y que para ello se necesitan recursos".
Asimismo, valoró la importancia de que esta problemática sea discutida en las mesas familiares: "antes estas cuestiones estaban muy reducidas a los espacios feministas, y hoy lo hablamos y lo discutimos en todos lados. En eso hemos avanzado muchísimo".
En cuanto a la Justicia, dijo que aún "nos falta" y que "hay una deuda estructural que tiene la Justicia con las mujeres y las disidencias. Es el único organismo del estado que no se capacita con la Ley Micaela. Hay una resistencia para poder pensar en su totalidad la perspectiva de género".
En ese sentido, destacó la labor que llevó a cabo la fiscal María Paula Serrano en la investigación del caso y la presentación de juicio, aunque sostuvo que "somos conscientes que eso no sucede en general, y hay que seguir luchando para que la justicia sea para todas, que los procesos judiciales de delitos de odio sean rápidos y que contengan a las victimas desde una perspectiva de derecho y de genero".
Juicios por jurados
Los juicios por jurados han tomado gran protagonismo en el último tiempo, lo que ha generado que se encuentren en el ojo de la tormenta, sobre todo en estos tipos de delitos. Para Cazola, el tema es "muy complejo".
Si bien manifestó estar "convencida de que el juicio popular puede generar una instancia de democratización de la Justicia", consideró que para "todo lo que tiene que ver con delitos de odio como femicidio, travesticidio, abuso sexual y violaciones necesitamos una formación y una sensibilización muy particular como sociedad en conjunto".
"Creo que debemos repensarlo, o aceleramos los procesos de deconstrucción social o revisamos este formato para este tipo de delito", sostuvo.