"Fue mucha gente y es importante que el festival exista"
Así fue que Ingrid Féniger y "Pacho" Montoya Carlotto realizaron un balance sobre esas tres jornadas en la que el teatro volvió a tener músicos sobre su mítico y emblemático escenario, así como a recibir gente que, más allá de que el foro reducido permitió la concurrencia de 300 personas, permitió que la música volviera a ser disfrutada en un espacio que es de los mejores de la provincia, y quizá del país.
Así que que "Pacho" comenzó diciendo que "no creo que podamos despegar el balance de la realización de un festival de estas características, por el contexto, por la situación que estamos viviendo por la pandemia. Luego de tanto tiempo de estar todo detenido, de tanto tiempo de no ver actividades y no poder encontrarnos con el público, de no tocar y por lo tanto de no escuchar conciertos en vivo, todo esto fue una alegría doble. Nos propusimos con Ingrid con esta especie de productora que hemos armado y que se llama Talleres Colgantes hacer este festival y otras actividades más. El año pasado no pudimos debido a la situación sanitaria y este año aprovechamos la apertura y nos pusimos a organizarlo ahora, ya que la idea es siempre realizarlo a fin de año porque la situación climática es mejor, es más benévola".
¿Y cómo o por qué se decidieron a hacerlo ahora?
IMC: Supimos que había que hacerlo ahora ya que teníamos la incertidumbre que nos gobierna y no sabemos qué es lo que nos depara el destino en cuanto a cómo va a reaccionar esta pandemia. Así que ante la menor posibilidad de tener algún tipo de apertura es que nos decidimos para hacerlo ahora en invierno, lo que fue un verdadero desafío más allá de que contábamos con las instalaciones adecuadas. En el Teatro se puede hacer un espectáculo presencial con un aforo del 30 por ciento, no más que eso. Como es muy grande, ese porcentaje pudo abarcar mayor cantidad de gente, ya que se podía recibir hasta 300 personas. Y completamos esa cantidad tanto el sábado como el domingo, mientras que fueron 50 localidades las que teníamos permitidas en la jornada de apertura del viernes y también se completaron. En ese sentido estamos plenamente satisfechos. Por todo.
IF: Lo que me parece muy importante para resaltar es que el público de Olavarría está demostrando ser muy abierto a la escucha y está yendo al Teatro, como fue durante el Festival de Jazz, con predisposición para escuchar grupos que son distintos, que tienen músicas que no son seculares, que tienen momentos de improvisación, que algunos los conocen y otros no porque vinieron artistas muy jóvenes que quizá no son tan conocidos pero aún el público se acercó con una actitud muy abierta y respetuosa. Los escuchó. Y por los comentarios que estamos recibiendo, los disfrutaron muchísimo. Así que eso habla muy bien de cómo crece. También crece el público para el jazz y crece cualitativamente en la ciudad de Olavarría.
Además, la gente está ávida de ver un espectáculo en vivo...
IMC: Por supuesto. Por eso también estamos satisfechos por el respeto de la gente, por la calidad del público, y se nota que la gente necesita salir y ver un espectáculo, pero es sabido que el festival de jazz tiene su público y estamos haciendo una evaluación sobre quién va, por qué y cómo llega la gente. Evidentemente, el festival tiene un público que lo acompaña en todas las ediciones. Año tras año vamos superando la cantidad de gente que concurre y eso nos da una clara idea de que el festival crece. Esperamos seguir dándole continuidad, aunque este año -por razones obvias- no pudimos hacer las actividades que son satélite del espectáculo, que son los talleres, workshops, seminarios, clases, etc., ya que esto tiene una pata pedagógica que nosotros nos propusimos hacerla de una manera muy fuerte. Pero como no tenemos posibilidad de juntar mucha gente y darle forma a un seminario controlando el tema de la distancia y todas esas cuestiones sanitarias, entonces desistimos. Pero veremos si podremos hacerlo para la segunda mitad del año en forma desdoblada.
IF: Otra cosa fundamental fue que pudimos hacer el festival con el apoyo del Municipio y también conjugándolo con el apoyo de Provincia, que es algo que a nivel gestión es bastante complejo pero sin embargo lo pudimos concretar con predisposición de todas las partes. Eso demuestra que el arte abre puertas y gestiona a través de los distintos estamentos del estado. Hay algo más para resaltar y es que de a poco vamos a pensar en la posibilidad de abrir este festival no sólo a los artistas locales y nacionales, sino que pensamos la situación regional haciendo puentes y conexiones con las ciudades que rodean a Olavarría, ya que nuestra ciudad crece culturalmente, no sola sino acompañada por las demás ciudades de la región.
¿Ya están pensando cómo sería el próximo?
IMC: Sí, claro. Nos proponemos cada año mejorar el festival. Siempre hay cosas para corregir. Queremos apuntalarlo, generar más satélites que permitan que haya mayor actividad en la ciudad. Y me parece que esto es un lindo aporte, pero no es un buen aporte porque nosotros lo decimos sino es por lo que dice o lo que marca el aporte, a partir de la cantidad de gente que va a verlo. Va mucha gente y evidentemente es importante que el festival exista.
IF: Ya estamos pensando en la próxima edición, por supuesto, y estos serían los caminos para poder cada año ampliar el festival. También esperamos realizar los talleres que nos quedaron pendientes este año, ya que la parte pedagógica del festival como grupo de trabajo es muy importante. Este grupo lo integramos Pacho, Luciana Mateos -que es una música olavarriense- y yo, y esperamos poder dar respuesta a esos talleres que hacen muy bien a la formación de los músicos. Por otro lado, el público que fue el fin de semana al Teatro Municipal es gente grande, que fue con su familia, pero también muchísimos jóvenes porque eso quiere decir que estamos generando una renovación y eso es muy bueno realmente.