Luz. Mirar al sol durante el amanecer, apenas uno se levanta. Incluso se lo recomienda realizar antes de agarrar cualquier tipo de dispositivo electrónico y preferentemente sin un vidrio de por medio. Se cree que esta tiene que ser la primera luz que reciba el cuerpo, ya que se trata de algo natural, que brinda energía y una sensación de paz y plenitud. Este proceso se puede repetir al atardecer. Un estudio realizado por The Swiss Federal Institute of Technology de Suiza, reveló que, los empleados que trabajan con luz natural tienen mayor nivel de energía que los que están con luz artificial.

Alimentación. Elegir productos de origen natural, sin conservantes ni industrializados. Todo lo que venga de la tierra aportará mayor cantidad de nutrientes.

Descanso. Lo ideal es dormir a oscuras evitando cualquier reflejo de luz artificial. Esto le permitirá al cuerpo alcanzar un nivel de sueño más profundo y de calidad

Naturaleza. Caminar descalzos por el pasto, por la arena, tocar a las plantas, recostarse sobre el tronco de un árbol, son acciones que generan conexión con uno mismo y permiten sentirse pleno.

Actividad física. El tipo de vida actual suele llevar a las personas a permanecer más tiempo quietas o sin energía para ejercitar. Moverse un rato todos los días, impactará de manera positiva a nivel físico y mental: mejora el humor y el estado de ánimo.

Radiación. Bloquear los campos electromagnéticos que transmiten ondas negativas: poner el celular en modo avión, desconectar el wifi, apagar la computadora o la tablet.

Respiración. Se fomenta respirar de manera nasal, de esta manera, el oxígeno que entra al organismo será más puro.

Exposición al frío. Una ducha de agua helada, una inmersión en la pileta. A través de esta técnica se renueva la energía y se activan al máximo los sentidos. (Fuente: La Nación)