"Hemos vivido situaciones similares a la actual, pero nunca tan prolongadas"
El comercio -obviamente localizado, como su nombre lo indica, a un paso del arco de acceso a la localidad- nació hace más de 30 años, por lo que se inscribe como el más antiguo de la población cementera. "Nuestro padre -recreó ahora Christian, pluralizando en nombre de la sociedad que integran junta a su hermano Gabriel- se ocupó durante años de ofrecer servicio a las fábricas y, en la búsqueda de diversificarse, adquirió este corralón que pertenecía a Alzola".
De aquellos inicios de la mano de Mario Dos Santos y sus socios, allá por 1990, es que "ambos aprendimos todo sobre el rubro", rememoró Christian, quien quince años más tarde asumiría el control de la firma junto a su hermano, mientras continuaba desempeñándose como técnico en Seguridad en Olavarría.
"Nosotros somos venta de materiales para la construcción al por menor y por mayor, porque también vendemos cemento por mayor, más toda la línea de ferretería, sanitarios y pinturería", aseguró después´. Con esa definición, claro, delimitó que en Loma Negra, si se trata de una construcción a nuevo, desde las bases, en su corralón es posible encontrar todas las opciones, desde el bloque inicial hasta el detalle final para la cocina o el baño.
Su trayectoria, además, supone una clientela afianzada a través de los años.
De alguna manera, en El Arco actúan como un nexo entre las fábricas más reconocidas del rubro, como Loma Negra y Cementos Avellaneda, y los comerciantes y corraloneros. "No llegamos a la categoría de distribuidor oficial, pero somos algo parecido", se sonrió Dos Santos. Ese ha sido el camino que les permitió fortalecerse más allá de la población localizada a 15 kilómetros de la ciudad cabecera del Partido.
"Hemos vendido en el norte y también el sur. O sea, cemento por mayor se comercializa siempre y permite ampliar los mercados. Sin embargo, en estos momentos la situación es muy difícil, está todo muy complicado", anticipó.
"Para nosotros, los corraloneros, el escenario resulta complejo. Porque está el constante aumento de precios, estamos hablando de un 5% semanal; incrementos cada 20 días en la línea de cemento y construcción. Más la falta de entrega, por ejemplo en los ladrillos huecos, además de inexistencia de provisión y hasta de precios en hierros y chapas. O sea, toda la línea de Acindar no tiene ni entrega ni precios: no hay ni clavos", describió Dos Santos. Arena y materiales gruesos con un 19% de incremento a mediados de la semana pasada; cemento y cal que se proveen con irregularidad; aberturas con nuevas listas de precios y demoras de hasta un mes en la entrega y, por ejemplo, carretillas y hormigoneras sin entrega porque las fabricas no disponen de materia prima completan su relato.
El panorama es compartido por todos los referentes del rubro. "Otros colegas describen una situación complicada, porque tenían obras vendidas y ahora no saben cómo van a responder por el constante aumento de precios. Nosotros no trabajamos con ese sistema, no vendemos obras enteras, pero sabemos lo que están atravesando otros, porque tenemos muy buena relación con los colegas, con todos los corralones de Olavarría", contó, para puntualizar luego que con subas de entre un 5 y un 6% cada 20 días, como en el caso del cemento, realmente no se entiende hacia dónde vamos. Los precios no encuentran un techo y no sabemos adónde vamos".
Incrementos y faltantes de mercaderías suponen un mix desconcertante, agravado por las trabas que impone la pandemia. ¿Si antes la construcción había pasado por una situación semejante? "Nunca tan extendida en el tiempo como esto. Porque hemos tenido muchas devaluaciones, pero en unas dos semanas aparecen los precios nuevos. Y mirá que llevamos vividas varias devaluaciones. Pero ahora... no se sabe qué respuesta hay", dijo, ante un escenario que califica como "de incertidumbre".
El Arco jamás cerró sus puertas, porque al incluir ferretería, estuvo habilitado como actividad esencial. "Tuvimos muchas ventas, porque la gente compraba para tener alguna actividad dentro del hogar", reflexionó.
En estos días, el consumidor que tiene un sobrante de dinero "busca poner su plata en algún lado, quiere invertirlo. Y ¿qué mejor que la construcción? Sin embargo, si hoy vienen a comprar hierro, yo no les puedo vender, porque no tengo precios. Es desconcertante y , pero los argentinos estamos acostumbrados ya pesar de todo, mantenemos la esperanza y no desistimos, sino que seguimos adelante".