Susana Broto se consagró, junto con el equipo de la Provincia de Buenos Aires, en el Campeonato Argentino de Maxibásquet que se desarrolló en Salta. La deportista de General La Madrid habló con EL POPULAR sobre la experiencia y contó qué la motiva para continuar participando activamente en distintas disciplinas. En una charla distendida recordó, además, cómo fue su vida ligada a la actividad física para ser un nombre ineludible en las competencias.

En la casa de "Susanita" se vive el deporte en el día a día. De fondo, un televisor acompaña la conversación con un partido de pádel.

La experiencia en Salta es continuidad del Panamericano que Broto -junto a Natalia Milo- tuvo en el Panamericano del mes de marzo pasado. "Este torneo (por el Argentino) no se hacía desde 2019 y me quedé sorprendida porque fue mi primera experiencia. Me llamó la atención la cantidad de provincias que había representadas", repasa la lamatritense.

Ochenta y nueve equipos de Corrientes, Entre Ríos, Mendoza, Salta, Neuquén, Buenos Aires, Jujuy, Santa Fe, Chaco, Misiones, Tucumán, Santiago del Estero, Chubut, Córdoba y Formosa participaron del certamen.

"Fue únicamente femenino y para categorías +30, que agrupan de a cinco años. La Federación Buenos Aires AMBA me invitó y jugamos, muchas siendo +55, en +50 y salimos campeonas", cuenta.

- ¿Por qué seguir compitiendo? 

Susana Broto: -Yo he hecho un montonazo de deportes y para hacer una actividad necesito tener objetivos de entrenar. La competencia es innata en mí, me gusta y es lo que me sigue manteniendo activa. 

Desde chiquita competía. A los 9 años empecé y sólo me detuve un poco en los años que estuve estudiando, pero hasta teniendo familia entrené. Cuando nació Emilio estaba el auge de las carreras de aventura, y al mes y medio me puse a entrenar porque surgió la posibilidad de ir con Juanca a San Luis a una carrera en bici por equipos y con orientación; me hicieron cesárea y en mayo fue la carrera, Emilio tenía 5 meses y andábamos 100 kilómetros en bicicleta.

Me gusta experimentar cosas nuevas. En todas las etapas de mi vida la competencia estuvo y creo que va a seguir estando mientras el físico me dé, tengo la suerte de no haber tenido grandes lesiones y que siempre me he mantenido en una actividad u otra.

Cuando voy a jugar un turno de pádel estoy esperando la hora como si fuera un torneo. La competencia la traigo innatamente y mientras el cuerpo me dé, lo voy a seguir haciendo.

Esta etapa de vida de tanta competencia no me la esperaba y lo lindo es que competís con gente de tu edad, entonces te podés medir realmente. Es gente que tiene una trayectoria, que no ha dejado de jugar y arrancó a los 9 o 10 años, y que pasaron por las selecciones, hay nivel, saben lo que es estar dentro de una cancha, y eso te motiva a seguir. 

El próximo desafío que haya me motiva para seguir estando.

-¿Se sigue aprendiendo constantemente?

- Yo empecé a jugar al básquet a los 15 años en Ingeniero. Cuando estábamos en 4º y 5º Año nos fuimos con Luz María (Matteucci) a jugar a Estudiantes de Bahía Blanca. Ahí era fuerte la competencia y mientras mis amigas salían al boliche, pero a mí me gustaba esa vida.

Ahora me encuentro con jugadoras de selección que han tenido mucho rodaje, por eso sigo aprendiendo a manejar sistemas y tácticas de juego que yo no tenía. En los entrenamientos la cabeza me explota porque ellas están muy acostumbradas... yo me tengo que acoplar a lo que hacen. 

Nunca dejás de aprender, incluso con los entrenamientos se trabajan variantes y fundamentos. entonces agarro una pelota y me pongo a tirar al aro o hago trabajos de movimientos que les pido a mis hijos.

Entrenar me gusta, por eso siempre me quedó la duda si estudiaba porque me gusta hacer la actividad y entrenar o enseñar.

Todo se ha dado por etapas y ahora estoy disfrutando la etapa de entrenamiento y competencia.

Tengo que aprender a medir los esfuerzos, porque si bien estoy entrenada y sólo tuve una lesión grave, mentalmente pienso que tengo 30 y tengo 56, y después de que hago una actividad tengo dolores, pero salvo que sea algo muy limitante estoy acostumbrada a los dolores, pero es más fuerte que yo.

La voz de la experiencia

La familia Broto - Jaime vive el deporte de una manera muy especial. Susana es profesora de educación física; Juan Carlos Jaime, su esposo, también. Y sus hijos Milagros, Emilio y María también están ligados a las diferentes disciplinas y no es raro verlos en algún torneo.

"No me siento referente, sí que me conocen por lo que he realizado en el deporte y en la profesión. No soy referente ni ejemplo, porque hago que lo siento y me nace; estaría bárbaro que ayude a alguno a decidirse a hacer una actividad y lo motive", contesta Susana. 

"La actividad no la realizo pensando en ser una referente, sino porque es mi esencia", subraya Broto.

"Me hubiera gustado haber tenido competencia en fútbol. Cuando era chiquita escuchaba que en Estados Unidos había competencias y yo acá jugaba con los chicos en la escuela; es un deporte que de haber tenido la posibilidad, como tuve en el básquet o el pádel", apunta.

Y aunque practicaría cualquier disciplina deportiva, "Susanita" reconoce que le hubiera gustado practicar alguno de los denominados no tradicionales. "Me quedaron cosas pendientes, pero no sé si lo haría. Me gusta la adrenalina, pero uno va creciendo y antes era más lanzada", completa.

"Con todas las actividades que he hecho estoy más que conforme y teniendo competencia soy feliz. No es que quiero una gran competencia, ya con anotarme en un torneo estoy contenta y me motiva", sintetiza.    

Visibilización vs. Posibilidades

Aunque no se defina como referente, Susana Broto es un nombre ineludible en el deporte lamatritense. Sus últimas participaciones en el Panamericano y el Argentino de Maxibásquet han sido una oportunidad para ella de experimentar competencias en niveles muy importantes, pero a la vez sabe que las mujeres deben continuar buscando la posibilidad de visibilizar las competencias.   

En ese sentido destaca que las redes ayudan a que se conozca más el deporte femenino y en particular de aquellas personas con más edad a la que habitualmente se observa en los medios de comunicación tradicionales.

"Hubo épocas anteriores donde las mujeres tenían participación en deportes pero no había visibilización y son esas mujeres, que ahora son más grandes, las que necesitaron mostrar que había una propuesta", destaca. "Son las que manejan, empujan, arman la FFEMAR (N. de R.: Federación Femenina de Maxibásquet de Argentina). Los torneos surgen porque había una necesidad de seguir compitiendo, porque sistemáticamente hicieron la actividad", ejemplifica.

"En estos últimos años ha hecho eclosión el maxi en mujeres, aunque sigue habiendo falencias en las ciudades chicas. Yo lo hago porque me gusta y viajo a Buenos Aires... o en grandes ciudades, como Paraná, Salta o Jujuy, es increíble la cantidad de mujeres que participa y hace deportes y para poder seguir, ellas mismas empiezan a armarse", indica.

"A la mujer siempre le falta más visibilización en todos los deportes, pero se ve el crecimiento. El deporte femenino va creciendo, no sé si rápido o no. La visibilización ha aumentado, no al nivel de los varones pero sí creció", cierra Susana Broto.