Desde unos de los laterales de la renovada cancha de básquet, Matos observa a los pequeños jugadores que disfrutan del piso de parquet. "Es difícil de explicar esto con palabras porque cuando los sueños se hacen realidad es totalmente positivo", menciona.

Cuando los locutores hicieron la presentación de las obras durante la reinauguración formal del gimnasio "José Luís Matos", él apenas levantó la mano; un tanto por la emoción y otro tanto por el paso de los años, que lo obligaron a abandonar su transitar continuo por la institución albiceleste lamatritense.

Willy felicita a los dirigentes "de ahora y de antes, porque todos hicieron un poco para que esto quede así", dice.

"Hay que valorizar que en muy poco tiempo se hizo esto", apunta indicando el piso y sostiene: "aunque sea una frase ya muy utilizada, esto es un sueño hecha realidad". "Se sienten muchas cosas", completa.

Desde el año anterior, el parabólico racinguista lleva el nombre de Willy Matos, por decisión de la comisión presidida por León Lecointre. "Es una de las tantas deferencias que han tenido las distintas comisiones para conmigo y eso me hace muy bien", agradece el hombre que lleva cuatro décadas de trabajo en el lugar, en diversas tareas.

"Si una baldosa de la utilería llevaba mi nombre yo me sentía realizado", subraya conteniendo una lágrima. "Más allá de la obra material -valora- lo importante es la actitud moral que han tenido para conmigo y le estaré agradecido a la gente toda la vida".

Cuarenta años de anécdotas

- ¿Qué significa Racing en su vida?

- Es gran parte de mi vida. Hace cuarenta años que estoy en General La Madrid y el mismo tiempo que estoy en la institución. Lamentablemente, por problemas físicos, me tuve que retirar pero si pudiese hoy estaría.

- ¿Por qué llegó al club y qué recuerdos tiene de ese primer día en el club?

- Creo que fue parte del destino porque en esa época estaba en pareja y le había dicho a mi señora que llevaba muchos años en las instituciones, que estaba un poco cansado y que no quería estar tanto tiempo porque estaba cansado.

Yo viene al Telégrafo Provincia y tenía un cliente, el "Diablo" Dómina, que era directivo del Deportivo Barracas y me quería acercar ahí. También tenía al técnico de Ingeniero, Hurtado, que estaba de empleado conmigo, y a Aníbal Ripoll, que me querían en ese club. A ellos les había dicho lo mismo que a mi mujer.

Un día el "Pichi" Fernández, que era marcador central en Racing, junto con Juan Bustos, me invitaron a un asado en el quincho que había en este club. Me convencieron y ahí quedé.

- Estuvo en el fútbol y en el básquetbol, ¿cuál es el deporte representativo del club?

- El deporte más popular es el fútbol pero históricamente el club que representó al básquet en La Madrid fue Racing entonces es un deporte muy representativo, lo mismo que las bochas en su momento.

- ¿Cuál es el momento que elige dentro del club?

- Es muy difícil elegir a uno por el tiempo que estuve dentro de la institución aunque tuve la suerte de vivir los diez campeonatos seguidos en la Liga.

Todas las victorias son importantes pero en Racing no sólo se recuerdan los triunfos sino también la parte humana y la gente que estuvo aquí durante tantos años cosechó muchos amigos.

Pero Willy también vivió los momentos complicados, a mediados de la década del ´90, cuando la economía estuvo a punto de colapsar. "Me tocó estar cinco años con el club acéfalo de comisión directiva y en la poca actividad que había la tenía que resolver yo porque era el único que estaba", recuerda con amargura. "Afortunadamente se mantuvieron las puertas abiertas y luego todo cambió", completa.

-¿Qué significa Racing para la ciudad?

- Como Barracas, Ingeniero u otros clubes, es muy importante. Son instituciones que representan mucho más en esta época porque sirven para contener a muchos chicos en momentos en que hay muchos flagelos.

- ¿En cuánto cambió el club a lo largo de los años?

- Cambió totalmente. Cuando vine por primera vez el presidente era el doctor Orlando Arroquy y donde hoy es la Secretaría había un depósito; lo primero que organizamos fue ese lugar y quedó como es hoy.

Después se hizo el salón, el fogón y las canchas de bochas sintéticas, y todo se fue renovando a nuevo.

- ¿Adónde le gustaría que llegue Racing?

Institucionalmente está en el lugar que siempre debió estar. Uno siempre anhela un peldaño más pero soy realista y creo que en el nivel que está hoy deja conforme a cualquier hincha.