"No queremos seguir siendo la variable de medidas que son consecuencia del humor social"
El referente de la Cámara de Turismo lamatritense contó cuáles fueron los pedidos que hicieron los propietarios al Ejecutivo y al Comité de Emergencias.
El encuentro se llevó a cabo luego de que la Cámara presentará una carta y pidiera una revisión de las medidas adoptadas por el Municipio y que vencerán mañana a la noche.
"Estamos convencidos de que el delicado momento sanitario que vivimos va a requerir indudablemente de nuevas medidas restrictivas, no creemos que se solucione en el corto plazo, y desde nuestra mirada, haber restringido la actividad de la hotelería y la gastronomía tan tempranamente, desde el año pasado, fue agotando los recursos que los prestadores tenemos o podemos acceder", introdujo el hotelero.
En ese sentido, el propietario de Hotel Europa, señaló que se atraviesa una pandemia sanitaria y otra económica. "Nadie desconoce la gravedad de la situación pero necesitamos encontrarle la vuelta para poder trabajar en un marco de mayor apertura", planteó.
Durante la reunión, la Cámara de Turismo hizo tres pedidos al Ejecutivo de La Madrid: que interceda ante las empresas de servicios para que los dueños del sector puedan acceder a una renegociación de los planes de pago; también se pidió ayuda para afrontar los pagos de los alquileres; por último se solicitó que se analice la posibilidad de crear un "certificado sanitario" para que más personas puedan concurrir a los bares y restaurantes.
"El año pasado, gracias a la intersección del Municipio ante Camuzzi y Edes, se pudo acceder a moratorias y hoy nos encontramos ante la situación de que hay que pagar las cuotas de la moratoria más los pagos regulares del mes y estamos con las actividades restringidas", detalló Pietravallo sobre el pedido referido a que el gobierno interceda ante las empresas de servicios. "Esperamos una respuesta solidaria. Nadie quiere que se le condonen las deudas sino que se puedan renegociar", aclaró.
Planteó luego que se están aumentando los alquileres de los locales gastronómicos y son varios los titulares de estos comercios que no pueden hacer frente a este costo por eso se pidió una ayuda económica por tres meses.
"Se habla del sistema de delivery como una herramienta paliativa de venta ante la imposibilidad de tener abierto con normalidad, ese servicio es muy pequeño sobre todo porque hay una oferta muy grande de venta no regularizada", se quejó el referente de la Cámara de Turismo lamatritense.
En cuanto al último pedido, Antonio Pietravallo detalló que la intensión es que aquellas personas que han tenido Covid o han sido vacunados puedan concurrir a los restaurantes que actualmente pueden recibir a una sola persona por mesa y ser considerados esenciales. "Pedimos un grado mayor de flexibilidad para que los salones puedan tener más gente en sus mesas, respetando los protocolos y las capacidades", indicó.
A este se anexa la solicitud de ampliación del horario de funcionamiento ya que actualmente los locales deben cerrar a las 19 y se pierde el turno de la cena.
"El delivery no es una alternativa. Si no somos creativos para encontrar herramientas que nos permitan trabajar cumpliendo las normas y con un grado de mayor apertura es muy difícil que los comercios se sostengan en pie. Ya cerraron definitivamente ‘La Cirila’ y ‘Robinson’ y hay otros que están haciéndolo temporalmente por esta situación. Si no tenemos un mayor acompañamiento del Ejecutivo es muy difícil que vuelvan a abrir y eso trae aparejado pérdida de empleos y un comercio que cierra impacta también en los proveedores", sostuvo.
"Es muy difícil mantenerse en pie y si uno hace el esfuerzo en seguir es porque es doblemente complejo volver a abrir", agregó.
"No queremos seguir siendo la variable de ajuste de medidas que no tienen fundamento epidemiológico sino que son consecuencia del humor social", cerró Antonio Pietravallo.
Empatía y "pato de la boda"
- ¿Pueden habilitarse los encuentros en los restaurantes y mantener las restricciones en los hogares?
- La mirada del Ejecutivo es que la apertura para el sector gastronómico atenta contra la prohibición de las reuniones sociales. En este tiempo que hemos tenido cerrado los casos han seguido creciendo y desde que se habilitaron los restaurantes o los hoteles nunca se registró un contagio en estos lugares.
La ciudadanía debe comprender que si el Municipio instaura medidas restrictivas para evitar las reuniones en los domicilios y los encuentros familiares, no deberían molestarse si le da apertura al gastronómico porque hay una serie de protocolos que en los hogares no se pueden controlar y en los restaurantes sí. Pedimos empatía y solidaridad porque estuvimos prácticamente cerrados y restringidos, pusimos la espalda pero eso no puede suceder eternamente porque necesitan subsistir", recalcó.
- ¿La Municipalidad ha justificado porque se restringió al comercio y se habilitaron eventos sociales?
-: Los comerciantes siempre terminan siendo la variable de ajuste. El argumento que nos dan es que es una cuestión de imagen.
Lo que no quieren es que los salones sean un reflejo de que la gente se puede reunir, encontrarse y tener una vida social cuando eso no está permitido en los domicilios. Todos conocemos muchos ejemplos de que una familia se acerca a un local y ante la imposibilidad de sentarse y consumir, se sube al auto y se reúne en una casa; no es que porque en un restaurante no se pueden reunir no lo hacen en otro ámbito.
Los comerciantes terminamos siendo el "pato de la boda". No puede ocurrir que terminemos pagando, siendo la variable de ajuste por algo que ocurre igual.
En los últimos días hubo cientos de contagios y los locales gastronómicos permanecen prácticamente cerrados. Es una falacia seguir apuntando al sector gastronómico como focos de contagio.
Lo mismo ocurre con el hotelero: hasta diciembre no se nos permitió alojar a viajantes y hasta el día de la fecha no hubo ningún positivo.
Las medidas se han ido tomando de manera arbitraria, sin fundamentos epidemiológicos, y aun cuando la evidencia mostraba que eran demasiado duras la justificación terminaba siendo política, no era bien visto que los viajantes ingresaran y se alojaran una noche.
No queremos seguir siendo la variable de ajuste porque de lo contrario muchos corren el riesgo de cerrar por medidas que no tienen fundamento epidemiológico sino que son consecuencia del humor social.