Este fue el principal disparador para que un grupo de entusiastas pensaran en soluciones que beneficiaran a todos, y hace un mes, después de mucho trabajo previo lograron arrancar su sueño. Se trata de Granja La Solidaridad y la página Basura Cero en La Madrid, quienes activaron una campaña que busca generar un cambio cultural a favor del medio ambiente y a favor de La Madrid.

Hace ya un año que voluntarios de la Granja vienen capacitándose en la producción de compost, que es un proceso biológico controlado de oxidación sobre los residuos orgánicos, y realizando pruebas, así como multiplicando lombrices californianas, que es otra manera de procesar más rápidamente esos desperdicios.

Uno de los responsables, Diego Rivada, menciona que uno de los objetivos de la Granja es la concientización de diferentes temáticas, "por lo que desde siempre publicitamos nuestro trabajo, pidiéndole también a los vecinos que separen sus desperdicios en inorgánicos y orgánicos, que tienen una fácil reutilización". En ese aspecto surgieron proyectos en conjunto con la página Basura Cero en La Madrid, que tiene la misma misión.

A mitad del año pasado vino la ayuda de Marcelo Vidal, quien donó un novillito al proyecto y con eso se pudo hacer la rifita que generó los ingresos para comprar una camioneta usada. Con esa herramienta las posibilidades se ampliaron y a finales del año pasado se lanzó la campaña "Me Sumo para Restar Basura" en La Madrid, organizada entre la Granja y Basura Cero, que consiste en hacer una recolección bisemanal de los residuos orgánicos por las casas de las familias que deseen asociarse.

Para dicha campaña se sumaron 15 voluntarios para coordinarla y llevar adelante todos los detalles, mucho de ellos jóvenes y profesionales en la materia. El comienzo fue complejo, pero para finales de febrero la cruzada ya tiene 50 familias anotadas.

Con el producto que se recolecta en un futuro mediato se alimentarán animales de la Granja La Solidaridad y se llevará adelante un proyecto de compost a mediana escala, cuyo producto final es empleado como abono de fondo y como sustituto parcial o total de fertilizantes químicos.

Quienes están al frente de la campaña señalan que "la misma no deja de ser un llamado de atención sobre lo increíble que suena que hayamos llegado a la actualidad, pleno siglo XXI, sin haber tomado cartas en el asunto sobre este tema en una comunidad tan relacionada con la naturaleza y todo termine en un basural a cielo abierto, esperando que las cosas cambien a raíz de la toma de conciencia".

"Es nuestro deseo terminar siendo el puntapié inicial de un cambio profundo para bien", agrega Diego Rivada.