Es necesario saber que toda molécula está formada por un núcleo repleto de cargas positivas, rodeado de orbitas donde giran las cargas negativas, y cuya característica principal es tener su órbita externa con un numero par de electrones. Cuando la molécula pierde un electrón de su órbita externa se convierte en un radical libre. Este es muy inestable, con una vida media muy corta, pero se multiplica rápidamente en cascada, secuestrando electrones de otras moléculas, "ladrón de electrones".

El 95% al 98% del oxígeno que ingresa al organismo por el proceso respiratorio, participa en la formación de energía, llamada ATP, y el resto, 2% al 5% forma los radicales libres.

En esta proporción, el organismo inhibe los R.L sin mayores problemas, sin embargo cuando los niveles superan estas cifras, pueden desencadenarse alteraciones en el equilibrio bioquímico de la célula, que se manifiesta como enfermedad.

Los radicales libres pueden ser neutralizados de dos maneras:

I. Cuando una molécula cede electrones (se oxida), mientras el otro los acepta (se reduce), tornando par las orbitas externas.

II. Cuando entra en acción el propio sistema antioxidante del organismo para inhibir la producción de R.L

El oxígeno no es el único productor de R.L, también lo son, la luz solar, la polución ambiental, la intoxicación por metales pesados, los pesticidas y otros productos industrializados.

Cuando ocurre un desequilibrio entre la síntesis de R.L y el sistema antioxidante se satura, los niveles de estrés oxidativo se elevan muchas veces a niveles insoportables para el organismo, creando condiciones ideales para que la aparición de estrés y enfermedad.

Las enfermedades inflamatorias,  degenerativas y crónicas (cardiovasculares, reumáticas, parkinson, demencia, cáncer etc) constituyen más del 90 % de las patologías que atacan al cuerpo humano, los R.L están presentes en todas ellas, como causa o consecuencia del proceso degenerativo.

Es importante destacar la íntima relación entre la síntesis de R.L y los procesos de envejecimiento, ya que a medida que este fenómeno ocurre, deteriora concomitantemente nuestro sistema de defensa.

Por la participación directa en el proceso de envejecimiento y en la producción de enfermedades, es importante el uso profiláctico en la terapéutica con antioxidantes, para obtener efectos beneficiosos.

Existe una amplia gama de antioxidantes, entre vitaminas, minerales y nutrientes, los cuales deben ser seleccionados para cada persona en particular, teniendo en cuenta el examen físico, determinaciones bioquímicas para determinar que nos está faltando , patologías asociadas, estilo de vida y costumbres alimentarias.

Dra. Patricia Green

M.P 81381