Según el presidente del Colegio de Ingenieros de la provincia de Buenos Aires (Cipba), Marcos Cavilla, "la profesión está un poco golpeada. Ya venía mal con el gobierno anterior y continúa de la misma manera con la pandemia y la cuarentena que contrajo toda la actividad relacionada con la construcción".

Más allá de las adversidades, quedan aún flotando aquellos principios que se expresaron en 2018 con la asunción de las nuevas autoridades. Se dijo que el colegio como todas las entidades intermedias debía servir a la comunidad, en este caso, "nuestra política también apunta a conciliar la defensa de los intereses en nuestra profesión con la defensa del interés general de la comunidad. Este es el norte que a nosotros nos ha guiado en todos estos años y este distrito se ha destacado por seguir este camino".

El objetivo es en ese pero también el de trabajar "en total armonía con los otros seis distritos que conforman nuestro Colegio en la provincia".

Entonces, el país soportaba una cruel recesión pero no había llegado aún esta pandemia que terminó paralizando el trabajo profesional a causa de una absoluta parálisis de las obras. "En Olavarría -puntualizó el ingeniero Marcos Cavilla- en el peor mes de la pandemia la caja no tuvo ningún ingreso durante todo un día", graficó.

En todo el distrito, que representa 27 municipios del centro bonaerense, hay 400 profesionales colegiados y en Olavarría son 180. Hoy por hoy, los profesionales están muy esperanzados en la obra privada más que en la pública y centran sus esperanzas nuevamente en el Plan Procrear, que movió la actividad allá por 2014-2015, cuando también la obra pública había menguado bastante.

Poner en marcha el motor

Se sabe mundialmente que la maquinaria económica de toda la sociedad se pone en marcha con la construcción. De acuerdo con lo expresado por el titular de la Cipba, la crisis del sector viene con las devaluaciones de 2018 que produjeron una recesión como no se conocía hasta ese momento. "La pandemia hizo el resto", apuntó Cavilla.

A su juicio fue la variación del dólar el que orientó la inversión hacia lo financiero y migró de la construcción. "No había obra pública y la gente invertía en la especulación en vez de la construcción que es la que pone en movimiento el resto de las actividades".

Al respecto explicó que "alguien que construye departamentos, por ejemplo, hace mover la venta de materiales y la mano de obra. Esos trabajadores son los que luego van a comprar alimentos, pagan servicios y hacen circular el dinero en la sociedad".

La pandemia y la cuarentena no habilitaba el trabajo de la construcción pero "ahora se armó un protocolo y nos habilitó a trabajar. Algo se ha movido con las refacciones y construcciones", y pudo haber sido cuando se restringió la compraventa de dólares que reorientó la inversión privada a estos trabajos en las propias viviendas. Pero el gran trabajo, según Cavilla, se dará con el Plan Procrear. Por ahora solo se está inscribiendo a los interesados y seguramente los créditos para la construcción se comenzarían a otorgar a fin de año.

El ingeniero Cavilla  asegura que "en Argentina hay muy buena mano de obra y Olavarría es una plaza excelente en lo que respecta a empresas y profesionales con mucha capacidad".

También sostuvo que "hay muy buenos operarios de la construcción y tenemos una gran esperanza en el Procrear. Si bien es cierto que estamos esperando que se active la obra pública, nos alegra que se relance el Procrear porque fue muy exitoso y sus beneficios llegaron a todo el mundo. Por ejemplo, yo recuerdo que el Pikelado recayó en infinidad de profesionales".

En Olavarría, según añadió, hay profesionales con un perfil fabril y otro de servicios, y hay de mucho renombre. Se recurre a los ingenieros porque se exige documentación al día, hay que tramitar otra en la Municipalidad, y en general un profesional, además de la conducción técnica garantiza la legalidad de toda la tramitación.

El milagro del Procrear

En el colegio, se conoce del Procrear lo que se ha publicado. "Que ahora se van a sortear los que buscan hacer refacciones y a fin de año para nuevas viviendas".

Tras ello puntualizó que pese a la contracción de la actividad igualmente aumentó el valor de la mano de obra y de los materiales, "y fue el valor del dólar el que influyó", dijo.

El precio, según informó del metro cuadrado de construcción "oscila entre 900 y 1.000 dólares", y sostuvo además Que durante la cuarentena y por impacto de ésta, "se redujeron las compensaciones de las autoridades del colegio, se ayudó a paliar la situación de algunos sectores mas golpeados, se hicieron donaciones de pistolas laser para medir la fiebre y contuvimos a los profesionales colegiados. Hoy la actividad está prácticamente retomada y se han motorizado la actividad de muchas empresas. Olavarría es una plaza que cuenta con grandes empresas cementeras, canteras, pymes, que emplean mucha mano de obra", pero, disparó, las pymes "demandan menos profesionales de lo que deberían".

De no tener un solo peso de ingreso durante veinticuatro horas, hoy el colegio de ingenieros espera con mucha expectativa que el plan Procrear comience a mover la actividad y con la construcción el resto de la economía y la esperanza de toda una sociedad que viene siendo castigada por la recesión anterior y por la pandemia y la cuarentena interminable de este año. Profesionales, operarios y empleados de otros rubros esperan esa suerte de milagro del Procrear para comenzar a mirar el futuro con esperanza.