¿Yarará o falsa yarará?
En esta época del año es muy común que se incrementen los números de los casos en los que se encuentran o avistan este tipo de reptiles. Sin embargo, es importante comprender que "cumplen un rol ecológico fundamental" destacó Flavio Maldonado -Director del Bioparque "La Máxima"- a El Popular.
Al mismo tiempo, y a pesar que en un principio se creyó que podía ser venenosa , "tras analizarla, ser trasladada a un lugar seguro y dónde puede obtener alimento", contó Maldonado; se confirmó que se trata de una víbora tipo "falsa yarará" o "ñata", y no es venenosa.
Apareció en la Cantera Puma de Sierras Bayas. Inmediatamente fue retirada de allí por personal de la Dirección de Defensa Civil y trasladada al Cuartel Central de Bomberos Voluntarios para luego ser entregada al Bioparque La Máxima
"Hay que reforzar que son saperas, que no son agresivas y cumplen un rol ecológico que es el del control de plagas" explicó Maldonado. También plateó una situación curiosa al asegurar que "tenemos que acostumbrarnos a convivir con ellas porque la planta urbana se extiende hacia zonas que antes estaban sin habitar".
Existe un protocolo de actuación que se debe seguir en caso de mordedura de una serpiente:
-No intentar cazar o capturar al animal
-Retirar toda prenda o adorno de la zona afectada, que pueda impedir la distensión del edema
-Permanecer en reposo y tomar agua
-Las maniobras tales como laceraciones, succión del veneno o torniquetes son perjudiciales y no son recomendables
-Ir al centro asistencial más cercano
No es necesario capturar al animal porque eso sólo pone en peligro a quien lo intenta y con la sintomatología es suficiente para determinar de qué tipo de animal se trata.
Además, no se debe comprimir la zona de la mordedura con prendas ni torniquetes ya que eso potencia el efecto del veneno. La persona debe moverse lo menos posible para evitar una mayor circulación del mismo.
Las laceraciones pueden llevar a una infección y la succión del veneno con la boca no es útil ya que sólo podría extraerse un poco del veneno superficial porque la inoculación de la mordedura de la yarará es profunda. Además, una mínima lastimadura en la boca puede poner en peligro a la persona que succiona.