Sebastián Lindner

@sebaslindner

Especial para EL POPULAR

Algunos van a salir del cine preguntándose si vieron una película de acción, un thriller dramático o una comedia. La verdad es que "3 días para matar" es todo eso y un poco más. La película que se estrena en Olavarría está irrespetuosamente mezclada y tiene unas cuantas "desprolijidades", pero precisamente son esos detalles los que le otorgan frescura y movilizan un gran abanico de sensaciones en la mente del espectador renovando otra vez el cine de acción.

Claro que, detrás de esta producción se nota, y mucho, la reconocida mano del francés Luc Besson, esta vez en el guión y la producción, y no en la dirección. Su sello, que involucra casi siempre trepidante acción en peleas mano a mano, protagonistas solitarios que pasaron hace rato la barrera de los 40 años, persecuciones en auto por hermosas locaciones europeas, hiperrealismo en los enfrentamientos armados, hermosas mujeres de carácter fuerte y unos toques de humor (a veces negro) muy bien dosificados, está bien marcado en esta nueva producción que dirige esta vez Joseph McGinty "McG" Nichol ("Esto es guerra", "Los Ángeles de Charlie" y "Terminator Salvation").

Ethan Renner (Kevin Costner) es un veterano agente de la CIA, que vive distanciado de su esposa e hija debido a su riesgoso trabajo. Cuando le es diagnosticado un cáncer cerebral, le avisan que le quedan pocos meses para vivir y le dan de baja del servicio secreto, decide que es tiempo de recomponer la relación con su hija Zooey (Hailee Steinfeld) y su ex mujer (Connie Nielsen) que viven acostumbradas a su ausencia en París.

Y después de encontrar su departamento ocupado por unos inmigrantes africanos (con los que termina conviviendo), trabajará duro para que su ex mujer, harta de promesas rotas, le delegue el cuidado de la adolescente hija en común. Cocinará, la llevará a un paseo por las sillas voladoras, le enseñará a andar en bicicleta y todo parecerá encaminarse. Hasta que la agente Vivi Delay (Amber Heard) lo convence para cumplir una última misión: asesinar a un contrabandista alemán conocido como "El Lobo" y su cómplice "El Albino", y a cambio, obtener una cantidad importante de dinero y la posibilidad de acceder a un tratamiento experimental que le puede salvar la vida, pero que tiene efectos secundarios alucinógenos que la van a complicar un poco el trabajo.

Acción de primer nivel al estilo Besson, con situaciones desopilantes y muy graciosas debido al doble rol que debe cumplir Costner (gran actuación) de asesino profesional y papá ocupado nos otorgan una película que no aburre nunca y cumple con lo que promete: entretener. Peliculómetro: 76%