Adiós a una leyenda: a los 87 años falleció Jerry Lee Lewis
Autor de éxitos como "Great Balls of Fire" y "Whole Lotta Shakin' Goin On", el pianista y cantante estadounidense marcó a fuego el siglo XX con su música.
El pianista y cantante estadounidense Jerry Lee Lewis, uno de los pioneros y más influyentes artistas del rock and roll y autor de memorables y pirotécnicos éxitos como "Great Balls of Fire" y "Whole Lotta Shakin' Goin On", falleció este viernes a los 87 años.
La noticia fue dada a conocer por su representante, Zach Farnum, quien explicó que el artista murió por causas naturales en su vivienda del condado de DeSoto, al sur de la ciudad de Memphis y en el estado de Misisipi, informaron medios especializados de EEUU.
Nacido en septiembre de 1935 en Luisiana, Lewis comenzó a demostrar su talento musical desde su muy temprana juventud, y en su pueblito natal grabó algunas canciones country dentro del veloz y bailable estilo boogie-woogie, dando las primeras señales de la combinación de géneros que más tarde lo ubicarían entre los más destacados de su época.
Sin embargo, la moda a principios de los 50 era tocar la guitarra y no el piano, y las productoras a las que se acercó dieron vuelta la cara frente a las ganas del joven músico de dedicarse de lleno a lo suyo.
La seguidilla de rechazos tuvo un lado luminoso: como respuesta, a sus 21 años Lewis decidió viajar a Memphis para probar suerte en el entonces reconocido estudio Sun Records, que ya tenía bajo su ala a los primeros grandes nombres del primigenio rock como Billy "The Kid" Emerson y Howlin' Wolf, entre más figuras del ambiente.
Allí grabó su genial "Great Balls of Fire", que se transformaría en su máximo himno, y otros hits como "Breathless" y "High School Confidential", construyendo una carrera en la que supo combinar géneros como el rockabilly, el gospel, el blues y el country.
El músico se transformó también en uno de los integrantes del llamado "cuarteto del millón", conjunto que completaban Elvis Presley, Johnny Cash y Carl Perkins, los otros fundamentales de Sun Records, dándole al piano un rol central en el rock nunca antes visto, con el añadido de una pirotécnica presencia sobre los escenarios que le valió el apodo de "The Killer", o "El Asesino". (Télam)