Aquel hito fundacional fue el punto de partida para que a lo largo de estos años se desarrolle la industria hidrocarburifera en la cuenca, con YPF como principal actor (no el único) de la producción.

Tomó relevancia este año la necesidad de ampliar el transporte del gas producido con la construcción del gasoducto GPNK (Gasoducto Presidente Néstor Kirchner) que en su primera etapa transportará gas entre Vaca Muerta y Saliqueló (Provincia de Bs. As.) para luego dar lugar a una segunda etapa que unirá esta última localidad Bonaerense con la Santafesina San Jerónimo. Una obra de gran envergadura que transportará la producción de gas a lo largo de 583 km hacia provincias de gran consumo energético.

Si bien la necesidad de sustituir las importaciones de gas en un contexto de carencia de dólares y aumento de precios internacionales a causa de la guerra Rusia-Ucrania aceleraron los plazos, lo cierto es que esta obra sumamente necesaria tuvo un proceso de maduración e implementación de casi una década.

El pasado año, y en oportunidad de escribir para esta misma fecha hacía mención a la necesidad de que la región centro en la cual habitamos, tenga un desarrollo local y/o regional con una matriz diversificada en actividades que ya no se muestran como potenciales, sino que se encuentran mas que consolidadas. Podemos mencionar la minería, la producción de cemento, ladrillos, agricultura y ganadería con la cadena de valor agregado que aportan los frigoríficos y molinos, energías renovables con parques eólicos en operación y con perspectivas de nuevas implantaciones, servicios logísticos e industrias culturales y turísticas, entre otras.

El titulo de esta columna busca disparar ANALOGIAS a partir de lo que significa Vaca Muerta para el país y el tiempo que tardan en concretarse obras de mucha complejidad técnica y económica; con el desarrollo de las diferentes industrias en el centro de la Provincia de Buenos Aires.

Indudablemente la matriz parcialmente mencionada encontrará techos en su crecimiento sostenido de no tener infraestructura adecuada para conectar sus actividades con el resto del país. Es por ello que con tiempo, agenda comunitaria y coordinación institucional se deben llegar a concretar obras para que las actividades tengan rutas mas seguras, caminos rurales con proyección de ser mejorados en su transitabilidad, ampliación de los servicios ferroviarios, acortar distancias a puertos, líneas de alta tensión con capacidad de transporte para recibir nuevos parques eólicos, buena conectividad de datos y medios de transporte terrestres y aéreos que acompañen el creciente crecimiento del turismo en la región.

No es nuevo que en Argentina la implementación de obras de plazos medios a largos debe atravesar muchísimos obstáculos, pero también es necesario que las mismas no salgan de la agenda de prioridades. La región centro, como otras, las necesitan para consolidar el camino recorrido.