El Ministerio Público Fiscal porteño informó que en una serie de inspecciones realizadas por la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA) “se decomisaron 370 kilos de pesca sin origen trazable de especies marítimas como Chernia y de agua dulce como Surubí”.

Los cuatro comercios son de origen asiático y se ubican en las calles Arribeños, Mendoza y Olazábal. Lo incautado está valuado en $4 millones.

Asimismo, se procedió a clausurar uno de los establecimientos al encontrarse heces de roedores en las cámaras frigoríficas y 13 kilos de pez sable en avanzado estado de descomposición.

Además, en otro de los locales “se pudo constatar el vertido de efluentes líquidos, generados por la limpieza y el eviscerado de pescados, al sistema cloacal público”.

El fiscal Rolero Santurián, a cargo de la UFEMA, imputó a dos personas por arrojar sustancias a la vía pública y venta ilegal de fauna marítima.

“Los procedimientos fueron coordinados por el Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad y realizados conjuntamente con Policía Federal y agentes de la Dirección General de Higiene y Seguridad Urbana”, explicaron.

Los imputados junto a los elementos incautados, quedaron a disposición de la Unidad Fiscal interventora por infracción a la Ley 14.346.

Las autoridades informaron que la pesca ilegal “pone en riesgo la biodiversidad de mares y ríos, y que la comercialización de aquellas especies que son capturadas de forma ilícita para su venta en el ámbito de la Ciudad”.