Absolvieron a Mariana Gomez, la olavarriense condenada tras besar a su esposa
La Sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal, integrada por los jueces Horacio Dias, Eugenio Sarrabayrouse y Daniel Morin, absolvió este miércoles a Mariana Gómez de los delitos de resistencia a la autoridad y lesiones leves, de manera que revocó el fallo de primera instancia instancia, dictado por la jueza Marta Yungano en julio de 2019, quien la había condenado a un año de prisión en suspenso.
Los magistrados firmaron por unanimidad la absolución por resistencia a la autoridad y en fallo dividido, por el delito de lesiones leves. Y le dieron la razón a la defensa de Gómez, representada por Lisandro Teszkiewicz, que sostuvo que la condena a esta mujer se daba en el contexto de una "situación estructural de discriminación y menoscabo de sus derechos, en función de su elección sexual".
"Llevamos cuatro años de proceso porque Mariana es mujer, lesbiana y pobre, sino no hubiera nunca justificado este proceso que se lleva adelante", remarcó el abogado. El 2 de octubre de 2017 Mariana Gómez consolaba a su esposa, Rocío Girat, mientras fumaban en el domo de la estación Constitución cuando fue arrestada por dos agentes de la Policía de la Ciudad después de que un empleado de Metrovías le pidiera que no fumara allí, aunque no había carteles que indicaran la prohibición.
Esa situación derivó en una acusación contra la mujer por resistencia a la autoridad y lesiones leves, por tirarle del pelo y arrancarle un mechón a la policía Karen Villarreal.
"Una tarde de lluvia ingresa un matrimonio de mujeres al Domo de la Estación Constitución, se detienen en un lugar donde permanecen largo tiempo mientras se abrazan, lloran, se consuelan y fuman, pues no advierten carteles de prohibición y además ven gente pasar fumando; entretanto se percatan que son observadas por dos hombres, quienes se hallaban uno al lado del otro, un empleado de Metrovías y un policía, pero no le dan importancia. Al cabo de un rato, y luego de haber fumado cuatro cigarrillos, se acerca el primero de los sujetos y les dice que deben dejar de fumar, y frente al desconcierto de las mujeres, el individuo convoca al mismo policía que estaba junto a él para que ejerza la fuerza pública. Así las cosas, difícilmente cualquier tercero observador imparcial podría no sospechar aquí algún rasgo de selectividad en los requerimientos de acatamiento normativo", escenificó el juez Dias.
El magistrado también indicó que la jueza Yungano "malinterpretó" algunas declaraciones de testigos contra Gómez y que hizo una serie de "injustificadas omisiones de valoración de la prueba", en relación a la secuencia en la que el oficial de Policía que detiene a Gómez la llama "pibe" más de una vez y después de que ella le dijera que era mujer.
Sobre el policía Jonathan Rojo, el juez indicó que "no resulta evidente que Rojo tuviese la imposibilidad de emplear otros medios menos lesivos, ni tampoco la mínima gravedad de la infracción constatada determinaba semejante intervención coercitiva; más aún si se tiene en cuenta que, al momento de disponerla, Gómez había cesado en su actitud y se disponía a retirarse, lo que Rojo luego le impide al anunciarle que va a ser detenida".
"Me defendí a la agresión de la Policía, que no me respetó por cómo me percibo, por mi condición sexual, que no respetó a mi pareja; les decíamos que estábamos casadas, y nos terminaron pidiendo la libreta de matrimonio", había dicho Mariana meses atrás.
Mariana nació y se crió en Olavarría, de donde se fue porque no soportaba la idea de estar cerca de sus violadores, Guillermo Sosa (actualmente preso en Sierra Chica) y su padre, Osvaldo Sosa, quien cumple con prisión domiciliaria. Ambos fueron condenados por el abuso de ella y de sus dos hermanas a ocho años de cárcel, plazo que finalizó en 2019.
Lo que ocurrió en Constitución puso de nuevo a Mariana en el mundo de los juzgados y los abogados pero esta vez la acusada fue ella. "Llegar a juicio por este tema y no llegar a juicio por haber sido abusada, ya que acordaron un juicio abreviado, realmente me pone mal", confesó en aquella charla con este medio.
Llegar a juicio por este tema y no llegar a juicio por haber sido abusada, ya que acordaron un juicio abreviado, realmente me pone mal
Sobre el hecho por el que fue detenida, juzgada, condenada y ahora absuelta, Gómez explicó: "En ese momento estábamos en el lugar fumando. Cuando se acerca el empleado de Metrovías a pedirnos que no fumemos había más gente fumando, y yo se lo digo, y agrego que no había carteles de no fumar. Y entonces llama al policía, Jonathan Rojo, quien me trata como varón".
Fuente: Infobae