Desde su fundación, La Prensa fue un medio que buscó estar a la vanguardia en el ejercicio del periodismo, y en poco tiempo se transformó en uno de los periódicos más importantes del país y del mundo de habla hispana.

La influencia de La Prensa trascendió las fronteras argentinas, especialmente en la primera mitad del siglo XX, cuando logró combinar una fórmula con altos estándares de calidad y rigor profesional en su cobertura cotidiana de los hechos con un impacto sostenido a lo largo del tiempo, que se materializaba en sus cientos de miles de ejemplares diarios. La confiscación de La Prensa en 1951 y la intervención del medio por parte de la Confederación General del Trabajo, le causó un daño irreparable al diario, a la familia fundadora y a su plantel periodístico.

Este jueves 17 de octubre se realizó un brindis en la biblioteca de La Prensa, donde el actual propietario y director, Florencio Aldrey Iglesias, agradeció a cada uno de los integrantes del medio por su labor diaria y por el esmero que ponen para seguir produciendo los contenidos informativos, tanto en la edición impresa como en la versión digital. Del acto participaron Guillermo Ignacio, presidente del Comité Estratégico de Adepa; y Gabriel Matijas, gerente general de la entidad.

"Como señala el estatuto de Adepa, sin un pleno ejercicio de la libertad de prensa no es posible la vigencia de la democracia", señaló Aldrey Iglesias en sus palabras. Por su parte, Ignacio destacó el hecho de que un diario con tanta historia como La Prensa haya podido seguir existiendo hasta la actualidad, merced a fue adquirido en 1997 por Aldrey Iglesias. "Es importante que haya empresarios decididos a invertir y a darle continuidad a los diarios y sitios noticiosos, dado que la existencia de una mayor cantidad de medios posibilita la pluralidad informativa", destacó.

A lo largo de su trayectoria, La Prensa hizo a través de su línea editorial una férrea defensa de las libertades públicas, tanto en el terreno nacional como internacional, un elemento fundamental para el ejercicio valiente y responsable de la tarea informativa así como para la defensa de los valores republicanos y democráticos. Ese espíritu sigue presente en la actualidad, de la mano de su actual conducción.