Un violento episodio sacudió la localidad bonaerense de Moreno este fin de semana, cuando un adolescente de 16 años fue brutalmente agredido por dos patovicas a la salida del boliche Ikki. La víctima sufrió hundimiento de tórax, fisura del tabique y lesiones en un ojo, y permanece internado bajo observación médica. Según su familia, "pudo haber sido otro Fernando Báez Sosa", en referencia al joven asesinado en Villa Gesell en 2020.

De acuerdo con Paola, la madre del adolescente, el ataque se desató luego de que los empleados de seguridad del boliche lo señalaran como sospechoso de robar celulares. "No te queremos ver más por acá robando celulares", le habrían dicho antes de iniciar la golpiza. Tras tirarlo al piso, no solo lo agredieron físicamente, sino que también le sustrajeron varias pertenencias, incluyendo un iPhone 11, su DNI, la tarjeta SUBE, un par de zapatillas y una campera azul.

El joven logró escapar del ataque y llegar a la casa de un primo, desde donde llamó a sus padres. Fue trasladado de urgencia a la Clínica Provincial de Merlo, donde los médicos confirmaron la gravedad de sus heridas. "Lo que le hicieron a mi hijo no tiene perdón", declaró Paola con indignación.

La causa quedó en manos de la fiscal Carina Saucedo, de la Fiscalía Nº 2 del Departamento Judicial Moreno-General Rodríguez. La fiscal ha ordenado recolectar la historia clínica del adolescente y analizar las cámaras de seguridad del boliche y los alrededores para esclarecer los hechos.

Los responsables del ataque ya han sido identificados y podrían enfrentar graves cargos por la violenta agresión. La familia del joven espera que se haga justicia y que estos hechos no queden impunes.