El dulce de leche es un producto arraigado en la cultura argentina, con un consumo estimado de más de cuatro kilos por persona al año. En la reciente Copa Argentina del dulce de leche, realizada en TodoLáctea 2024, se evaluaron más de 45 marcas para determinar los mejores en diversas categorías.

El primer premio en la categoría familiar y en la Copa Argentina de Dulce de Leche fue para la fábrica de Alimentos Santa Clara, una empresa argentina con sede en Villa Nueva, Córdoba. En la misma categoría, Lácteos Santa María y Don Celestino ocuparon el segundo y tercer lugar, respectivamente.

En la categoría de dulce de leche repostero, el primer puesto fue para Lácteos La Pequeña, seguido por La Casiana y Lácteos Mayol. Además, se introdujo una nueva categoría, la de dulce de leche alfajorero, que fue ganada por Manfrey, con Lácteos El Rosquinense y Los Quebrachitos completando el podio.

El proceso de selección en la Copa Argentina del dulce de leche se llevó a cabo en colaboración con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), con el objetivo de valorizar, promocionar y mejorar la calidad de los productos lácteos argentinos. Ivana Nieto, responsable del área sensorial del INTI Rafaela, explicó que se evalúan las características sensoriales del producto, incluyendo su apariencia, sabor, consistencia y filancia.

En esta competencia, el dulce de leche se presenta de manera anónima y es evaluado por un jurado compuesto por profesionales de la industria láctea. Se valora la calidad del producto en diferentes aspectos, como su untabilidad, sabor balanceado y consistencia adecuada. Además, se introdujo una categoría especial para el dulce de leche alfajorero, donde se evalúa su capacidad para sostener dos tapas de masa y su impacto en la textura final del alfajor.

A pesar de su arraigo en la cultura argentina, Nieto señala que el origen del dulce de leche se remonta al siglo VI, con los primeros escritos que hablaban de una mezcla de azúcar y productos lácteos en Filipinas. Los inmigrantes posteriores trajeron la receta a Argentina, donde fue perfeccionada y popularizada.

El secreto de un buen dulce de leche, según Nieto, radica en comenzar con buenas materias primas y evitar el exceso de aromatizantes o aditivos. Destaca que la base de este producto sigue siendo simple: leche, azúcar y bicarbonato.