Senor: Una historia de adaptación y perseverancia en la industria agropecuaria
La primera fábrica de cosechadoras de Latinoamérica, fundada por Juan y Emilio Senor, cerró en 1997 debido a la inflación. Ahora, sus descendientes mantienen vivo el legado familiar con maquinaria ganadera.
Un apellido que resume la historia de un pueblo y el desarrollo de la industria metalmecánica: Senor. Juan y Emilio Senor, dos hermanos que llegaron de Italia y se instalaron en San Vicente, Santa Fe, en 1920, crearon un imperio: el de las cosechadoras. La fábrica de cosechadoras Senor, que logró construir la primera cosechadora de Sudamérica, cerró en 1997 debido a la situación económica del país, especialmente la inflación.
Rodolfo Senor, cuarta generación de los fundadores, explica que la inflación fue el principal problema que llevó al cierre de la empresa. A pesar de los años, el apellido Senor sigue vigente en la industria, ahora en la fabricación de maquinaria ganadera.
La historia de los Senor comenzó en 1890 cuando la familia llegó a San Vicente y estableció un almacén de ramos generales. Con el tiempo, desarrollaron un taller de herrería y comenzaron a fabricar sulkys y reparar maquinaria agrícola. En 1900, crearon su primera innovación, una cinta transportadora para facilitar el trabajo en el campo.
El punto de inflexión llegó cuando una familia local trajo una cosechadora americana y los Senor fueron llamados para ponerla en funcionamiento. La experiencia inspiró a Juan y Emilio a fabricar su propia cosechadora, incorporando un motor de tres cilindros para mantener un régimen constante, independientemente de la velocidad de los caballos que la tiraban.
La empresa Senor creció y se convirtió en un referente en la industria metalmecánica, con 21 fábricas de cosechadoras en Argentina. Sin embargo, factores económicos y políticos, como la inflación y la apertura a las importaciones, deterioraron la salud financiera de la empresa, llevándola a su cierre definitivo en 1987.
Gustavo y Rodolfo Senor, descendientes de los fundadores, decidieron no dejar morir el legado familiar y comenzaron un nuevo capítulo en la fabricación de maquinaria para la producción ganadera. Fundaron GyR Senor, inicialmente trabajando para terceros y luego fabricando sus propias máquinas, incluyendo la moledora de rollos Senor MR 970.
Hoy, la familia Senor sigue activa en la industria con sede en Roldán, Santa Fe, y mantiene viva la pasión por la agroindustria. Con proyectos como la restauración de una cosechadora de arrastre fabricada por su bisabuelo, los Senor continúan su legado de innovación y perseverancia en el campo argentino.