Sustratos de alto rendimiento a partir de residuos: El caso de Agrobio Loop S.A.
Una empresa desarrolla tecnología para convertir residuos de la agroindustria en sustratos precisos, potenciando la producción de plantas en viveros y generando impacto económico, social y ambiental.
Una empresa pionera ha logrado convertir la basura en un recurso clave para el sector viverista. Esta iniciativa, llevada a cabo por la primera empresa de base tecnológica incubada en el Nodo de Innovación Cuyo Microbiotech INTA, utiliza residuos de la agroindustria para diseñar sustratos precisos y específicos según las necesidades de cada planta.
Según estudios realizados por el INTA, estos sustratos presentan valores de productividad, expresión vegetativa y germinación superiores a los sustratos convencionales, lo que los hace altamente eficientes para el crecimiento de las plantas.
Este desarrollo no solo tiene un impacto positivo en el ámbito económico, al aprovechar un recurso hasta ahora desechado, sino también en el social y ambiental. Cada año, se desechan 450 mil toneladas de residuos orgánicos de la cadena productiva de frutas y hortalizas, los cuales ahora se pueden utilizar para la producción de sustratos de alta calidad.
El sector viverista nacional se ha enfrentado a dificultades debido a la mala calidad de los sustratos disponibles en el mercado, lo que ha generado pérdidas económicas por fallas en el crecimiento y germinación de las plantas. Este proyecto de transformación de residuos en sustratos de alto rendimiento surge como una solución innovadora a esta problemática.
La empresa responsable de esta iniciativa, Agrobio Loop S.A., destaca el valor de ofrecer sustratos sustentables y diseñados específicamente para cada especie vegetal y momento fenológico. Estos sustratos se obtienen a partir de residuos de diversas agroindustrias y mediante procesos de compostaje y utilización de microorganismos benéficos.
La directora ejecutiva del Nodo de Innovación Cuyo Microbiotech INTA, Analía Díaz Bruno, celebra este proyecto de triple impacto positivo para la región, destacando su contribución a la economía circular y su potencial para generar productos de calidad disponibles para la sociedad.