Alberto Fernández llamó a Evo Morales en medio de la crisis que atraviesa Bolivia
Alberto Fernández llamó al presidente boliviano, con cuya preocupación manifestó empatía, en especial cuando Morales le comentó que los manifestantes incendiaron la casa de su hermana.
Esta tarde, cuando el Grupo de Puebla concluya en Buenos Aires el encuentro que reunió a varios ex presidentes y líderes políticos de la región, habrá una mención a la grave situación que enfrenta el presidente boliviano Evo Morales luego de las elecciones en las que compitió por su tercera reelección y cuyo resultado ha sido cuestionado por amplios sectores sociales y fuerzas políticas de su país.
A través de su Grupo de Auditores del Proceso Electoral, la OEA comunicó este domingo que "no puede validar los resultados de la presente elección, por lo que recomienda otro proceso electoral". El Presidente boliviano se plegó a esta decisión y acaba de anunciar la convocatoria a nuevos comicios, lo que puede actuar como una válvula de escape para las tensiones acumuladas desde los días posteriores a la elección cuestionada del pasado 20 de octubre.
El pronunciamiento de la OEA llegó en momentos de alta tensión y movilización, vandalismo, amotinamiento de fuerzas policiales en varios puntos del país y, lo más preocupante, brotes de violencia y desbordes de todo tipo: ocupación de edificios públicos, incendio de viviendas de referentes políticos o de sus familias, agresiones y linchamientos.
El sábado por la mañana, en la primera jornada del encuentro del Grupo de Puebla, el presidente electo había hecho referencia a la situación en el país vecino, al relatar su charla telefónica de una hora con el presidente francés, Emmanuel Macron: "Me demoré en llegar -les dijo a los líderes latinoamericanos allí reunidos- porque tuve casi una hora de charla con el presidente de Francia; una charla espléndida, en la que hablamos de Lula, de Bolivia, de Chile, de todos los problemas de la región..."
Y agregó: "Sentí que el presidente Macron me entendía, que entendía que en Bolivia una clase dominante no se resigna a perder el poder". Y continuó con una encendida defensa de Evo Morales, "el primer presidente boliviano que se parece a los bolivianos", parafraseando una vieja definición de Cristina Fernández de Kirchner.
De este modo, Alberto Fernández se alineó con la posición hegemónica en el Grupo de Puebla de ver en las protestas contra la tercera reelección de Evo Morales -en comicios cuestionados por los veedores- la gestación de un golpe de Estado.