El colegio San Juan Evangelista del barrio porteño de La Boca se vio envuelto en una situación alarmante a fines de noviembre, cuando varios alumnos fueron acusados de amenazar con “violar y descuartizar” a sus compañeras a través de mensajes en un grupo de WhatsApp. 

La denuncia tomó estado público rápidamente a través de las redes sociales y la Justicia actuó de inmediato, imponiendo una restricción perimetral a los 12 alumnos involucrados. Como consecuencia de esta medida, los sospechosos continuarán recibiendo clases de manera virtual, pero se les prohíbe acercarse al colegio al que asisten las víctimas. Además, se les ha ofrecido un botón antipánico para llevar a la escuela.

 Las víctimas, por su parte, se mantienen en estado de shock y aún no han regresado a la presencialidad en el colegio. La investigación en curso no descarta la posible participación de adultos en el caso, incluyendo la complicidad de un docente o la posible implicación de familiares de los imputados. Las autoridades judiciales también están considerando la posibilidad de que haya otros alumnos involucrados, lo que podría explicar la reticencia de las víctimas a volver a la presencialidad. 

La fiscalía ha mantenido reuniones tanto con los padres de las víctimas como con los padres de los 12 imputados. Estos últimos se mostraron sorprendidos por la actitud de sus hijos, y aunque se han mostrado colaborativos con las restricciones impuestas, no se descarta su posible involucramiento en el caso. 

Por el momento, no se han encontrado indicios de que las amenazas hayan surgido desde el colegio San Juan Evangelista, ya que las mismas no trascendieron del ámbito virtual y no llegaron a materializarse en actos físicos. El colegio ha entregado los legajos de los alumnos y ha informado las sanciones disciplinarias impuestas.

 La investigación continúa y se espera que la fiscalía esclarezca completamente los hechos, asegurando la protección de la integridad de las víctimas y la responsabilidad de los involucrados en este perturbador episodio.

¿Cuántos son los involucrados y qué busca la Justicia?

Los 12 alumnos involucrados, 11 menores y un mayor de 18 años, fueron imputados el viernes pasado y notificados durante el fin de semana por un delito que tiene una pena de entre 2 y 4 años. 

Mientras tanto, la Fiscalía continúa reuniendo elementos de pruebas para confirmar quiénes de los 12 sospechosos realmente formaron parte de las amenazas. 

Dentro de la investigación barajan la posibilidad de que no todos los acusados estén involucrados de la misma manera y los indagarán en las próximas semanas.

 En paralelo, también serán indagados los profesores, preceptores y diferentes docentes que hayan tenido vínculo con los alumnos. El objetivo es saber si dentro del curso hubo algún episodio ligado a las amenazas. Desde la Fiscalía van a esperar algunos días para entrevistar a las víctimas, dado el shock que sufrieron en las últimas semanas.

 “Estamos abocados a cautelar la situación sin necesidad de revictimizarlas en interrogatorios”, explicaron.

 La parte negativa aparece a la hora de pensar en un juicio. 

Fuentes judiciales señalaron que el tipo de delito, investigado a través del proceso penal juvenil, cuenta con muchas aristas relacionadas con las salidas alternativas y a la “justicia restaurativa” por lo que, según explicaron, las posibilidades de llegar a un juicio son menores.

¿Qué dice el colegio?

El director del establecimiento tomó medidas inmediatas al conocer los preocupantes chats, activando el protocolo escolar para que los alumnos involucrados dejaran de asistir y continuaran con sus estudios desde sus hogares. 

El padre Alejandro León, afirmó que el colegio "actuó a tiempo" tras recibir la denuncia de las alumnas, y detalló las acciones realizadas por las autoridades en un comunicado oficial presentado también a la fiscalía.

 Además, el director destacó que se activó el protocolo de inmediato y se realizó una presentación al Concejo del Niño, Niña y Adolescente, así como a la Dirección General de Enseñanza Privada, debido a los "chats con términos terribles, con cosificación de la mujer, que ameritan ser derivados a los organismos pertinentes". 

Asimismo, se incluyó en el protocolo un taller brindado por Grooming Argentina, con el objetivo de abordar el tema con todos los estudiantes del colegio y concientizar sobre la violencia.