La iniciativa facilitará que 7 millones de beneficiarios y beneficiarias del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) no tengan que volver a realizar el trámite de Fe de Vida.

El desarrollo del CDHV estará a cargo del Registro Nacional de las Personas (Renaper) y permitirá que organismos públicos y entidades privadas cuenten con información digital en tiempo real para el proceso de políticas sanitarias, previsión social, identidad e inclusión financiera.

En este marco, la directora ejecutiva de Anses, María Fernanda Raverta; el ministro del Interior, Wado de Pedro, y el ministro de Salud, Ginés González García, firmaron el jueves 3 un convenio para la creación de esta plataforma digital del Renaper.

Si bien con la pandemia la presentación del trámite se fue postergando, Raverta propuso que la Anses sea "más inteligente" y que se resuelva "desde el Estado sin que el jubilado tenga que informar su supervivencia".

"Nuestra idea es resolverlo definitivamente con la posibilidad de que dejen los jubilados y jubiladas de hacer ese trámite personal y que lo haga directamente el Estado a partir del Ministerio del Interior y del Renaper y que impacte directamente en nuestra base de datos, por lo tanto que dejen de hacer la fe de vida para poder nosotros garantizar, desde la inteligencia del Estado ese trámite sin que el jubilado y la jubilada tenga que salir de su casa", explicó Raverta.

"Es ridículo que hoy, con las herramientas tecnológicas con las que contamos, nuestros jubilados y pensionados tengan que ir tres veces por año a dar su fe de vida para seguir cobrando sus haberes" , afirmó a su turno De Pedro.

La nueva herramienta, que se preveía poner en marcha con una prueba piloto de 90 días, tiene un desarrollo 100% nacional y está a cargo del Registro Nacional de las Personas (Renaper), dependiente del Ministerio del Interior, en una iniciativa conjunta con el Ministerio de Salud y la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses). También contará con una articulación federal con los registros civiles de las 24 jurisdicciones para la puesta en marcha de la plataforma, junto a los ministerios de Salud provinciales, PAMI, instituciones financieras y otros organismos públicos y privados.

Durante la pandemia de coronavirus la presentación en los bancos para realizar el trámite de fe de vida para el cobro de jubilaciones y pensiones, fue postergándose, la última vez hasta el 31 de octubre y mediante la la Resolución 309/2020 publicada el martes en el Boletín Oficial. Este es un trámite de carácter obligatorio y los jubilados y pensionados debían hacerlo de manera presencial o a través de alguna persona apoderada en donde básicamente tenían que demostrar que seguían con vida.

Por otra parte, la resolución establece que los titulares residentes en el exterior pueden presentar, de forma excepcional, el certificado de supervivencia semestral ante el banco apoderado también hasta el 31 de octubre.

La supervivencia

El trámite, que ahora quedará en el pasado, era de carácter obligatorio y los jubilados y pensionados debían realizarlo en persona o por medio de sus apoderados para demostrar que el beneficiario del haber sigue con vida, y continuar percibiéndolo en tiempo y forma.

Para ello podían ir al banco donde cobraban la jubilación o pensión, que determinaba la frecuencia y la forma del trámite. Y, a partir de esto, tenían como opción de cobro por ventanilla del banco, lo que generó muchos inconvenientes en un contexto de pandemia. Otra opción era realizar una compra con la tarjeta de débito o de crédito asociada a la cuenta bancaria, pero ahí el problema radicaba en el poco uso de los plásticos.

Una tercera opción es la de poner la huella digital en los diferentes tótems de los bancos. Pero, nuevamente, en un contexto de pandemia y siendo población de riesgo, muchos jubilados y pensionados se veían imposibilitados de poder hacer el trámite.

Lo mismo para aquellos que tenían como costumbre acercarse a una oficina de la Anses para registrar su fe de vida en las terminales de autoconsulta biométrica ubicadas en esas dependencias. Con la pandemia no hubo atención al público por lo que, de no existir las extensiones de la suspensión, buena parte de los jubilados y pensionados no hubiesen podido acceder al cobro de sus jubilaciones.