Nordelta, en Tigre, es una localidad que ha sido construida en base a la urbanización de humedales. Allí los carpinchos, roedores de gran tamaño y extremadamente mansos, siguieron multiplicándose gracias a la erradicación de depredadores como jaguares, anacondas o caimanes. Al principio los vecinos lo vieron como algo extravagante y divertido, pero ahora hay muchos preocupados por lo que consideran una "invasión", con parques destrozados y mascotas heridas. De todos modos, un grupo de vecinos emitió un comunicado en el que aseguran que "aman" a los carpinchos, que la responsabilidad de su crecimiento "explosivo" se debe a las autoridades de la provincia de Buenos Aires y los administradores del complejo, y que deberían trasladarse "los ejemplares que el ecosistema Nordelta no puede alimentar".

Los vecinos de la zona hicieron conocido el caso de Oreo, un perro de raza schnauzer mini que fue atacado por un carpincho. El hecho sucedió el 1º de mayo: "Quisiera que trasladen a los carpinchos porque atacaron a mi mascota en mi propio jardín. Casi lo matan. Se salvó de milagro porque vino una vecina veterinaria a los 5 minutos de escuchar sus gritos desgarradores", afirmó su dueño.

Según dijeron los vecinos, también hay temor a que los carpinchos puedan atacar a algún niño.

Otro de los problemas que se generan en Nordelta es la interrupción del tránsito cuando las manadas cruzan la calle. Incluso han generado accidentes. Por ejemplo, hace pocos días, un carpincho corrió hacia la avenida troncal que conecta los barrios de la localidad y un motociclista lo golpeó y cayó al suelo. Como venía a poca velocidad, ninguno de los dos sufrió heridas graves.

Esta situación con los animales generó infinidad de comentarios en redes sociales, donde los que se multiplicaron exponencialmente fueron los memes.

Gustavo Iglesias, el vecino que armó la comisión para intentar encontrar una solución a este inconveniente, señaló en diálogo con La Nación: "Nos encantan los carpinchos, la primera vez que vimos uno nos dio mucha felicidad. El tema es que después empezaron a reproducirse de manera exponencial. Ahora caminan por las calles, devoran los jardines y tenemos problemas con las mascotas. Tampoco sabemos qué enfermedades pueden transmitir y si podrían, o no, atacar a un nene, porque andan en manada por todos los barrios", señala Iglesias.

Según aseguró, ahora hay 400 carpinchos pero que estima que para 2023 habrá 3.500. "No queremos que les pase nada malo a ningún carpincho, pero la situación es insostenible", confesó.

Desde la Dirección de Flora y Fauna bonaerense aseguran que están trabajando junto al municipio y las autoridades de Nordelta para ver cuál es la mejor opción. "Junto con los vecinos de Nordelta tenemos que definir cómo actuar. Por supuesto que los carpinchos ya estaban ahí cuando hicieron los barrios. Habría que terminar de evaluar si es posible restringir las zonas donde puedan estar los carpinchos o controlar su reproducción. En última instancia se puede evaluar su traslado hacia otro lugar. Pero la recomendación es el control de los animales", indicaron fuentes de ese organismo.

En las últimas horas, la comisión presidida por Iglesias difundió un comunicado donde explican la situación y piden que la Provincia tome cartas en el asunto. Entre los principales puntos, afirman que "en Nordelta amamos a los carpinchos. Hemos convivido con ellos en armonía desde hace 10 años" y "gracias a nosotros hoy hay carpinchos en esta zona".

Afirman que "de ninguna manera abogamos por la erradicación total de los carpinchos de nuestro entorno. Nuestro pedido concreto es, retrotraer la cantidad de carpinchos a los que había cuatro o cinco años atrás por traslado a otras reservas naturales de aquellos ejemplares a los que el ecosistema Nordelta ya no puede alimentar y sostener".

"Los problemas", asumen, "comenzaron en 2019, donde ya se notaba un crecimiento explosivo de la cantidad de ejemplares. Algunos vecinos advirtieron esto a la Administración de Nordelta Ciudad (AVN), y esta a Flora y Fauna de la provincia de Buenos Aires. Creemos que ambas entidades no supieron o no quisieron ver el problema al que nos enfrentábamos".

"La situación es insostenible hoy", afirman. Tanto para los carpinchos "porque ya no les alcanza el alimento para tanta cantidad, y se expanden hacia las afueras de Nordelta". Y para las personas, "como se pudo ver en videos, generando accidentes viales y otros peligros mutuos para ellos y los humanos que convivimos". "Flora y Fauna debe autorizar estos traslados en forma inmediata y sin dilaciones", finalizan. (DIB)