En una polémica decisión a horas de dejar la presidencia, Alberto Fernández firma un decreto que garantiza la custodia permanente de los exmandatarios argentinos y sus familiares en cualquier parte del mundo, con los costos a cargo del Estado. La medida, publicada en el último Boletín Oficial, establece la seguridad vitalicia no solo en el territorio nacional, sino también fuera de las fronteras argentinas.

El decreto abarca al presidente saliente, al vicepresidente, a los exmandatarios y a sus familiares directos, así como a la Casa de Gobierno, la Residencia Presidencial de Olivos y otros lugares de residencia temporal del presidente y su familia.

El artículo 14 del decreto detalla que la custodia estará a cargo de la División Custodia Presidencial, la División Custodia Vicepresidencial y la Unidad Custodia Ex Mandatarios, bajo el control operacional de la Casa Militar, a través de la Agrupación Seguridad e Inteligencia.

La medida surge en concordancia con los planes de Fernández de residir fuera de Argentina. Tras dejar la residencia de Olivos, el expresidente tiene previsto hospedarse temporalmente en un departamento en Puerto Madero antes de su viaje a Italia el 18 de diciembre.

La decisión de Fernández de extender la seguridad vitalicia en el extranjero y cubierta por el Estado despierta críticas y controversias en medio de la transición de mandato, generando un debate sobre los límites y las responsabilidades en la protección de exmandatarios.