Lo sucedido en el Estadio Monumental de Santiago durante el partido entre Colo Colo y Fortaleza por Copa Libertadores aún está bajo investigación judicial, con un carabinero imputado. Una joven de 18 años y un niño de 13 murieron en las inmediaciones del estadio antes del inicio del encuentro.

Aunque el partido comenzó normalmente, los rumores en las tribunas y la creciente tensión llevaron a la suspensión a los 68 minutos. Jugadores como Arturo Vidal y Mauricio Isla se acercaron a las gradas, donde los hinchas intentaban romper los acrílicos. A los 72 minutos, los ultras invadieron el campo y los jugadores de Fortaleza corrieron al túnel, mientras los de Colo Colo trataron de evitar incidentes mayores.

Tras confirmarse los fallecimientos, la ANFP y Colo Colo emitieron comunicados lamentando lo ocurrido y suspendieron actividades previstas en señal de duelo. Varios futbolistas, incluidos Vidal, Pavez y Emiliano Amor, expresaron sus condolencias en redes sociales.

El presidente de Colo Colo, Aníbal Mosa, expresó su pesar y pidió esperar la información oficial de la fiscalía para conocer las causas de las muertes. Mientras tanto, el club enfrenta la posibilidad de sanciones por parte de la Conmebol, como multas, pérdida de puntos o suspensión de público, aunque los dirigentes esperan evitar castigos severos. El vicepresidente Eduardo Loyola calificó los hechos como una vergüenza para el fútbol chileno.