¿De qué trata el mercado en expansión que lidera Malasia?
En los últimos años el estado malayo ha logrado establecer el liderazgo mundial en la creciente economía denominada Halal. A través de departamentos públicos, grandes eventos y primacía en las certificaciones mundiales, el país del sudeste asiático encabeza el crecimiento de dicha área.
La economía Halal crece a pasos agigantados en todo el mundo, tanto en los 57 países que conforman la Organización para la Cooperación Islámica como en todos los demás países del globo.
Sobre las grandes claves del crecimiento de la economía Halal podemos mencionar, además de la importantísima expansión de la base de consumidores, tanto musulmanes como no musulmanes, al crucial desarrollo que ha disparado el fortalecimiento de grandes instituciones que son la llave de entrada al mundo global Halal: las certificadoras.
Existen certificadoras a nivel nacional y regional, pero el elemento aglutinante es la existencia de grandes entidades de relevancia global que autorizan a estas certificadoras individuales a emitir la certificación Halal. Aquí es donde Malasia ha encontrado terreno firme para establecer su liderazgo.
A lo largo de los años, el país asiático logró ganar un importante prestigio y desarrollar una reputación como establecedor de estándares halal fiables. Esta reputación convirtió a Malasia en un punto clave para el comercio halal.
Este éxito se ha combinado con dos grandes estrategias que se retroalimentan. Por un lado, el país instauró la exposición anual MIHAS, que se lleva a cabo en la ciudad de Kuala Lumpur, como el evento más masivo del mundo en términos de volumen de negocios relacionados con la industria halal.
Por otro lado, el Departamento de Desarrollo Islámico (JAKIM), organismo del gobierno nacional, ha fomentado, mediante diversas acciones, la expansión de la economía halal del país, propiciando que la nación se convierta en el epicentro del mundo halal. Sin ir más lejos, el 18 de septiembre el Viceprimer Ministro Datuk Seri Dr. Ahmad Zahid Hamidi anunció que los fabricantes extranjeros que deseen producir bienes en Malasia y obtener la certificación halal recibirán apoyo de las agencias gubernamentales.
Lo que resulta evidente son los esfuerzos —exitosos, por cierto— de Malasia para liderar el creciente mercado halal. Queda por ver cuáles serán los siguientes pasos del estado asiático y cómo los países de la región se beneficiarán de dichos esfuerzos.