Economía en junio: la baja de inflación y el efecto brecha
Aunque la economía no despegó en junio, señales recientes sugieren un posible repunte en el consumo gracias a la baja inflación y el efecto brecha.
La economía argentina no mostró signos de despegue en junio, aunque algunos analistas sostienen que el mes podría no haber sido tan negativo como se pensaba inicialmente. Según el informe de Econviews, la mayoría de los indicadores de alta frecuencia se encuentran en rojo, reflejando una situación económica complicada.
El comercio en junio estuvo en gran parte en declive. Se registraron caídas significativas en el comercio minorista, con una reducción del 15,2% mensual, y en los patentamientos de vehículos, que disminuyeron un 9,5% mensual. Sin embargo, las ventas mayoristas de automóviles mostraron una ligera mejora del 3,2%. La baja en los patentamientos se atribuye a la reducción de días hábiles, pero se espera una recuperación en julio, con una proyección de alrededor de 40,000 autos patentados.
La industria también sufrió en junio, con una caída en la producción de acero del 10,7%, en la de autos del 16% y en el consumo de electricidad del 2,9%. Sin embargo, el índice de producción industrial (IPI) de FIEL sugiere que los datos podrían ser menos negativos de lo que aparentan debido a la cantidad inusual de feriados en junio, los cuales no fueron correctamente ajustados en las cifras.
A pesar de los datos negativos, Econviews señala que hay signos alentadores. La confianza del consumidor, medida por la Universidad Torcuato Di Tella, repuntó un 5% en comparación con junio, el mayor incremento del año, y ahora es comparable a los niveles de diciembre de 2023. Este aumento es indicativo de una posible recuperación en el consumo.
El "efecto brecha" también está desempeñando un papel en la recuperación del consumo. La brecha cambiaria ha impulsado el consumo de bienes durables, con un aumento significativo en la intención de compra de automóviles (+17,6%) y un incremento menor en electrodomésticos (+5%). Según el Indec, la actividad en los supermercados ha mostrado señales de recuperación, con un aumento del 3,9% en las compras en mayo, el primer incremento significativo desde noviembre.
Sin embargo, la recuperación a corto plazo se ve limitada por la incertidumbre en la política cambiaria y la falta de inversión. La recuperación económica dependerá en gran medida del consumo, que representa el 73% del PIB. Aunque la baja de inflación es crucial para permitir una mayor recuperación salarial y un mejor entorno para el crédito privado, se espera que la inflación no disminuya de manera abrupta. Econviews advierte que el plan monetario del Gobierno podría no ser suficiente para frenar rápidamente la inercia inflacionaria.
El crédito también está mostrando signos de recuperación, pero la tasa de crecimiento sigue siendo baja en términos absolutos, lo que limita su impacto en la recuperación económica. La inversión, por otro lado, es un proceso lento y, aunque el Régimen de Inversión de Ganancias Inmobiliarias (RIGI) podría ayudar, no se espera un efecto visible en el corto plazo.