El Gobierno autorizó a pilotos, tripulaciones y aeronaves extranjeras a realizar vuelos de cabotaje en el contexto del conflicto con los sindicatos
La medida es una respuesta a las presiones de los sindicatos. La ANAC podrá autorizar rutas en el país a empresas sin que el personal y las aeronaves necesiten certificaciones de organismos nacionales
En medio de los conflictos con los sindicatos aeronáuticos, el Gobierno, a través de una disposición, ha autorizado a la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) a permitir operaciones con tripulaciones y aeronaves extranjeras. Así lo establece el decreto Nº 844/2024, publicado este lunes en el Boletín Oficial. El Poder Ejecutivo faculta a la ANAC para otorgar permisos que permitan a personal extranjero desempeñar funciones aeronáuticas en vuelos comerciales, así como también el uso de aeronaves con matrícula extranjera dentro del país, a solicitud de una aerolínea. “La nueva normativa dispone que la Autoridad Aeronáutica Nacional deberá reglamentar los Artículos 106 y 107 del Código Aeronáutico", a fin de establecer procedimientos claros para autorizar el uso de personal y aeronaves extranjeras, incentivando así la inversión y mejorando la conectividad federal en Argentina”, según el comunicado oficial.
Hasta ahora, dichas normativas indicaban que "en los servicios aerocomerciales, el personal aeronáutico debía ser argentino. No obstante, el Poder Ejecutivo Nacional podía autorizar un porcentaje de personal extranjero, con un plan gradual de sustitución por personal local". También establecían que "las aeronaves empleadas en vuelos comerciales y de aviación general debían tener matrícula argentina, pero el Poder Ejecutivo Nacional podía permitir el uso de aeronaves extranjeras, siempre y cuando se cumplieran acuerdos de reciprocidad y de doble vigilancia de seguridad operacional, asegurando que el personal involucrado fuera argentino y debidamente autorizado".
La medida implica la necesidad de adecuar y redactar nuevas regulaciones en un plazo de 60 días, alineándose con los estándares internacionales en comercio de bienes y servicios, buscando así armonizar las normativas nacionales con las de otros países de la región y del mundo.