La emblemática cementera Loma Negra se encuentra al borde del concurso de acreedores, después de ser vendida en 2005 por USD 1000 millones al holding brasileño Camargo Correa. Fundada por la familia Fortabat en 1926, la empresa controla más de la mitad del mercado cementero argentino.

A pesar de una caída del 31,3% en las ventas debido a la paralización de la obra pública, Loma Negra reportó una notable subida del 148% en utilidades netas en el primer trimestre del año, alcanzando $50.752 millones. Esta disparidad entre resultados y situación financiera ha llevado a Camargo Correa a buscar desinvertir, como lo han comunicado oficialmente. La compañía ha estado en venta desde 2018, enfrentando intentos fallidos de venta a empresas como Cemex y firmas chinas, debido a su elevado precio de USD 6500 millones.

Con un valor bursátil actual de aproximadamente USD 700 millones, Loma Negra ha atraído el interés de potenciales compradores, siendo la Companhia Siderúrgica Nacional (CSN) la principal candidata para adquirirla. El 12 de mayo pasado, CSN firmó un acuerdo de exclusividad de dos meses para presentar una propuesta de compra, la cual aún no se ha concretado. Este retraso hizo que Marcelo Mindlin viera una oportunidad para disputar la adquisición. Mindlin considera a Loma Negra una pieza clave para completar la cadena de valor de la construcción que maneja a través de su empresa SACDE, socia de Techint en el Gasoducto Néstor Kirchner.

No obstante, las posibilidades de Mindlin se ven limitadas. Loma Negra ha renovado su acuerdo de exclusividad con CSN hasta el 12 de agosto de 2024, lo que bloquea la posibilidad de escuchar ofertas de otros interesados, incluidos empresarios argentinos. Este movimiento se enmarca en una tendencia creciente de retirada de grupos internacionales de Argentina, un fenómeno observado recientemente con la salida de multinacionales como P&G, HSBC, DASA, Nutrien, De Laval y Hasbro.