En julio de 2024, las paritarias de los principales sindicatos en Argentina registraron un aumento promedio del 6%, superando a una inflación del 4%. Este incremento es significativo, considerando que en meses anteriores, el crecimiento real de los salarios había sido más modesto.

En mayo, los salarios de los asalariados registrados del sector privado mostraron un crecimiento real del 0,7% mensual, tras un aumento del 4,6% en abril. Sin embargo, en términos interanuales, los salarios aún se encuentran en terreno negativo con una caída del 5,2%.

El Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), un indicador crucial para medir los salarios, creció un 1,2% mensual en junio, marcando su tercer aumento consecutivo. Los datos del Indec también reflejaron una tendencia positiva: el salario privado registrado subió 2% mensual real y los salarios totales avanzaron 1,2%. En contraste, los salarios del sector público experimentaron una leve caída del -0,6% respecto al mes anterior.

Para que esta recuperación salarial continúe y los salarios reales sigan creciendo, es crucial que el proceso de desinflación se consolide. Invecq señala que la desinflación en curso, interrumpida en junio, debe estabilizarse para permitir una recuperación salarial continua, dado que los salarios suelen estar ligados a la inflación pasada.

El gobierno confía en que la recomposición de los ingresos y el aumento en el consumo serán motores clave para la recuperación económica a corto plazo. El crecimiento salarial debe mantenerse superior al ritmo inflacionario para que los trabajadores vean una mejora real en su poder adquisitivo.