En un anticipo del acto de traspaso del poder que protagonizarán el martes, Mauricio Macri y Alberto Fernández coincidieron hoy en la misa por la unidad y la paz que celebra la Iglesia en la Basílica de Luján.

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Ambos en primera fila, junto a sus parejas Juliana Awada y Fabiola Yañez, escucharon la homilía predicada por el arzobispo de Mercedes-Luján, Eduardo Scheinig, que agradeció a ambos "presidentes" por su presencia y aseguró: "No somos ingenuos, no creemos que una celebración sea la solución de los problemas, pero estamos seguros que este gesto que estamos realizando juntos, habla por sí mismo y deseamos que en estos días históricos y con la ayuda de lo Alto, se convierta en una puerta para entrar en esta nueva etapa, con sinceros anhelos de unidad y de paz".

Asimismo, en consonancia con uno de los objetivos del encuentro, destacó: "Ninguna persona o grupo en soledad o aislado es la Patria. La Patria somos todos. La comunión entre nosotros no es una cuestión estratégica, hace a la esencia de lo que somos en el origen y a lo que podemos ser en el destino común".

" La unidad es un don y es también una tarea", agregó. Y por ello insistió en que "es una tarea que nos compromete a todos, porque la unidad es muy frágil y la rompemos con facilidad". "La unión de un pueblo es una tarea, una lucha que comienza en el corazón de cada uno. Allí debemos ser capaces de vencer egoísmos profundos, vanidades, narcisismos, maldades y hasta la propia mentira que nos fabricamos para vender una imagen que no soy yo".

También en su discurso el religioso hizo alusión a lo que pasa en el continente y en el mundo, en medio de protestas masivas contra los gobiernos de varios países, y dijo: "Todos somos conscientes que lo que viene, lo que ya estamos viviendo en el mundo, en nuestra América Latina, no es fácil y para seguir construyendo esta nación bendita necesitamos de todos. Nadie sobra en esta construcción".

"Estamos agotados de tantos desencuentros y peleas. No se trata de una unidad homogénea o hegemónica, sino de una unidad necesaria para construir el país deseado y salir del laberinto en el que nos encontramos. Necesitamos promover una cultura del encuentro. Necesitamos escucharnos y volver a dialogar todas las veces que sea necesario", añadió. (La Nación)