El Correo Argentino se prepara para reiterar la rutina que tiene cada dos años, toda vez que haya elecciones. Son las actividades instrumentales que no se ven pero que permiten que se ponga en marcha toda la maquinaria electoral.

El mecanismo parece sencillo pero es fundamental. Detrás del trascendente acto de elegir por un candidato está el Correo que ya hizo todo su trabajo y preparó el escenario para que la comunidad pueda reafirmar ese gesto democrático de votar.

El despliegue de las urnas se hará el sábado 10 de agosto y el domingo se habilitarán las 289 mesas con las autoridades desginadas para representarlas.

En realidad, son 287 mesas más dos internacionales, y cada una de ellas con su presidente titular y su suplente. La logística en cualquier lugar comienza con la verificación de los locales de comicios, con la distribución de nombramientos y renombramientos de autoridades de mesa, el despliegue de urnas, material electoral y luego continúa con la recepción de los telegramas de escrutinio de mesa y digitalización y transmisión de los mismos al Centro de Ingreso de Datos.

La logística y el costo

El domingo, entonces, el mismo día de las Paso, se habilitarán las 289 mesas, de las cuales 2 de ellas son internacionales, y todas ellas con sus propias autoridades ya designadas. Se constituyen ese día a las 8 y el Correo vuelve a escena a las 18 cuando comience el escrutinio para luego elevar el telegrama al centro de cómputos.

Previamene se hace el procesamiento de los datos del escrutinio de mesa por medios informáticos. Luego, la recepción de los telegramas del escrutinio de mesa e ingreso al sistema previo contralor informatizado, un mecanismo que ya le corresponde al mismo centro de cómputos.

Obviamente, luego se hará la difusión y la comunicación pública de los resultados del escrutinio. En realidad, cada acto eleccionario local moviliza oficialmente a una 600 personas en cuanto a las responsabilidades sobre cada mesa electoral, pero más el personal de Correo, fuerzas de seguridad, tanto del Ejército como policiales y también a los delegados por cada escuela que son frecuentemente los mismos directores/as.

Las responsabilidades radicarán en cada presidente de mesa pero serán el mismo personal de correo y de seguridad el cierre de los comicios y el traslado de las urnas por un camión custodiado por efectivos del Ejército y la Policía.

Todo esto se corresponde con una movilización que en todo el país se ha ido multiplicando con el tiempo con el desdoblamiento de las elecciones y con las Paso (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias), un acto hoy muy cuestionado porque no definen nada y no cumplen con el cometido previsto cuando fueron creadas. Es decir, ni funcionan como primarias porque las fórmulas son únicas y excluyentes, y la elección de los candidatos definitivos le queda muy lejana a la gente, y además, insume un gasto enorme y hoy innecesar. Podría decirse que antes de la reforma, la elección de los candidatos las hacía cada espacio o partido a través de internas abiertas o cerradas, de lo cual se infiere que esa elección era más democrática que la actual y mucho más barata para la población. De todas formas, las reglas de juego ya están, las cartas están sobre la mesa y por ahora la comunidad debe gastar unos 5.000 millones de pesos en unas Paso que son solo una encuesta cara.