Tras un largo tiempo de negociación, el Ministerio de Salud de la Nación y la empresa farmacéutica china Sinopharm aprobaron las condiciones del contrato y cerraron el acuerdo para la distribución de las vacunas en el país.

Ahora, se esperan los análisis de la ANMAT para la aprobación de la vacuna y firmar finalmente el contrato. Una vez autorizada, se espera que a fines de febrero se envíen un millón de dosis desde Beijing a Buenos Aires.

Desde Casa Rosada aseguran que la revisión científica está adelantada y que la ANMAT haría el anuncio oficial en los próximos días.

El Gobierno pagará 40 dólares por vacuna (el precio original era de 60 dólares) y Sinopharm deberá proveerlas a medida que el ministro de Salud Ginés González García lo requiera y crea necesario.

Qué se sabe de la vacuna

Al igual que la Sputnik V, la vacuna china consta de dos dosis y se conserva entre los 2ºC y 8ºC. Es una de las fórmulas que utiliza virus inactivado, una versión muerta del germen que no produce enfermedad pero genera anticuerpos y que ya se utiliza en varias vacunas como las de la gripe, hepatitis A, polio y la rabia. 

Es la primera en utilizar un inmunógeno proteico. Esencialmente, es una vacuna inactivada con virus completo, un enfoque diferente de lo que están haciendo otros candidatos avanzados.

Si bien no se conocen muchos detalles, ya que no se conoció la cantidad de personas evaluadas para alcanzar los resultados, el Instituto de Productos Biológicos de Beijing, filial de la compañía Sinopharm, indicó que la vacuna tiene una eficacia de 79,3% contra el virus.

En el comunicado también se informó que la vacuna es segura y que las personas que recibieron ambas dosis produjeron un alto nivel de anticuerpos contra el virus a una tasa del 99,5%.