El mismo creó un Régimen Especial de Compensación en el marco de lo establecido por la Ley de Emergencia Alimentaria Nacional, con el objeto de lograr y mantener la estabilidad de los precios de los alimentos lácteos.

Cuando el 31 de diciembre venció el decreto 567/2019 del gobierno anterior, que había suspendido el IVA a los alimentos por tres meses, se hizo una negociación con supermercados y productores de alimentos para que absorbieran parte del impuesto y trasladaran una parte menor al precio.

"El decreto era una bomba de tiempo porque de un día para el otro implicaba un aumento de precios muy fuerte para los productos básicos", explicó una fuente gubernamental a Télam.

Con la negociación, las empresas absorbieron una parte muy importante del IVA en todos los alimentos que estaban temporalmente eximidos, menos en la leche.

En el caso de la leche el precio se mantuvo sin cambios, y productores y supermercados absorbieron la diferencia.

Por su parte, el Estado se comprometió a generar un mecanismo compensador para que el consumidor no pague el IVA a la leche.

El fondo compensador, que se crea con el decreto 418/2020, tiene como objetivo precisamente compensar a las empresas el impuesto para que los consumidores sigan comprando la leche al precio sin IVA. (Télam)