A través de la Resolución 3934/2024 de la Superintendencia de Servicios de Salud, publicada este lunes en el Boletín Oficial, el Gobierno implementó modificaciones en el sistema de salud privado que afectarán a las obras sociales y prepagas. La norma, firmada por el titular del organismo, Gabriel Oriolo, permite a estos prestadores limitar las coberturas en planes de salud cerrados, buscando “garantizar la sostenibilidad del sistema” y reducir conflictos legales.

Esta normativa establece que, en los planes cerrados, en los cuales están inscriptos la mayoría de los afiliados, sólo los médicos incluidos en la cartilla de la obra social o prepaga estarán habilitados para prescribir recetas de medicamentos, tratamientos o prácticas médicas. Por el contrario, en los planes abiertos, los afiliados tienen la posibilidad de atenderse tanto con los profesionales de la cartilla como con médicos externos.

“En los planes cerrados, los beneficiarios deben atenderse exclusivamente con los prestadores incluidos en la cartilla, quienes son los únicos habilitados para prescribir una práctica médica o un medicamento", detalla la resolución.

Con esta medida, el Gobierno apunta a optimizar el uso de los recursos y controlar el gasto en salud, buscando asegurar la viabilidad del sistema privado.