El papa Francisco criticó la "virulencia" de las críticas a las vacunas contra el coronavirus y lamentó que incluso en el Vaticano haya "negacionistas" de los fármacos. El pontífice habló en conferencia de prensa durante el regreso de su gira de cuatro días por Hungría y Eslovaquia, y ratificó una vez más su rechazo al aborto y su apoyo a las uniones civiles para personas del mismo sexo.

"Es un poco extraño porque la humanidad tiene una historia de amistad con las vacunas: sarampión, poliomielitis... quizás esta virulencia se deba a la incertidumbre, no sólo de la pandemia", afirmó el Papa al ser consultado por los movimientos antivacunas y las personas que rechazan inmunizarse contra la Covid-19.

Francisco expresó que "incluso en el Colegio de Cardenales hay algunos negacionistas y uno de ellos, pobrecito, está hospitalizado con el virus". La referencia del Papa fue hacia el estadounidense Raymond Burke, crítico de su pontificado, quien en agosto llegó a estar entubado por un grave cuadro de coronavirus.

"No puedo explicarlo bien, algunos dicen que porque las vacunas no están suficientemente probadas. Hay que dejarlo claro: en el Vaticano todos están vacunados, excepto un pequeño grupo", añadió.

Durante la conferencia de prensa en el vuelo AZ4004, Francisco volvió a dejar clara su mirada sobre el aborto y las uniones civiles para personas del mismo sexo.

Para el Papa, "el aborto: es más que un problema, es un homicidio, quien aborta mata, sin medias palabras".

"Tomen cualquier libro de embriología de los que se usan en la Facultad de Medicina. La tercera semana después de la concepción, a veces antes de que la madre se dé cuenta, todos los órganos ya están ahí, incluso el ADN, es una vida humana, esta vida humana debe ser respetada", argumentó,

"Científicamente es una vida humana. ¿Es correcto sacarlo para resolver un problema? Por eso la Iglesia es tan dura en este tema porque si acepta esto es como si aceptara el homicidio diario", explicó.

Durante la conferencia, el Papa renovó su apoyo a las uniones civiles en general y en particular entre las personas del mismo sexo, y volvió a plantear que, según la doctrina de la Iglesia, "el matrimonio como sacramento es entre hombre y mujer".

El Papa, en cambio, sí se mostró a favor de las leyes de unión civil porque, planteó, "son leyes que buscan ayudar la situación de tanta gente de orientación sexual diversa".

"Y es muy importante a que se ayude a esta gente. Si ellos quieren llevar la vida juntos, los Estados tienen posibilidad civilmente de sostener y darles seguridad de herencia y salud, no solo a los homosexuales, sino a todas las personas que quieran asociarse", enfatizó.

Con información de: DIB