La mayoría de las familias afectadas viven habitualmente en la costa del riacho Barranqueras, un brazo el río Paraná, en Puerto Vilelas; en un poblado llamado Antequeras y en la isla del mismo nombre; en el barrio San Pedro Pescador -un lugar cercano al puente que une al Chaco con Corrientes-; y en Las Palmas, que por la altura del río Paraguay tiene algunos inundados.

Las autoridades nacionales, provinciales y locales trabajan en conjunto para asistir a la población que se movilizó desde sus lugares habituales de vida en la costa del río, hasta zonas más altas y seguras.

La altura del río empezaría a bajar el martes y demoraría entre 10 y 14 días en llegar a valores normales que permitan el regreso de las familias acostumbradas todos los años a este tipo de traslados.

"Los intendentes del Chaco empezaron a recibir del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación la ayuda consistente en frazadas, colchones, indumentarias varias, zapatillas, botas y alimentos no perecederos", según dijo a Télam el intendente de Colonia Benítez, César Falcón.

A su vez con la intervención del subsecretario de Protección Civil, Roberto Acosta, del Ministerio de Seguridad, también se coordina la ayuda con Prefectura y Gendarmería Nacional, y el Ejército, en la asistencia a los inundados y para aportar la logística que demanden las circunstancias.

En tanto, desde la Administración Provincial del Agua se sostuvo que el sistema de defensas está funcionando con normalidad y soportando la crecida del Paraná.