El Presidente Javier Milei anuncia histórico decreto de desregulación económica por cadena nacional
El Presidente de la Nación, Javier Milei, anunció oficialmente el decreto de desregulación más importante de la historia argentina, que será publicado en el Boletín Oficial. Las medidas buscan devolver la libertad y autonomía a los individuos y desarmar regulaciones que han obstaculizado el crecimiento económico.
El Presidente de la Nación, Javier Milei, habló por cadena nacional y anunció oficialmente el decreto de desregulación más importante de la historia argentina, solo comparable con aquel que formuló el Presidente Carlos Menem en noviembre de 1991.
Se emitió formalmente un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que será prontamente publicado en el Boletín Oficial, en virtud de la apremiante situación de crisis económica y social que dejan los cuatro años de Gobierno kirchnerista.
“El objetivo es comenzar el camino de reconstrucción de nuestro país, devolverle la libertad y la autonomía a los individuos y empezar a desarmar la enorme cantidad de regulaciones que han impedido, entorpecido y detenido el crecimiento económico, pero este es solo el primer paso.
En los próximos días llamaremos a sesiones extraordinarias al Congreso Nacional y enviaremos un paquete de leyes pidiéndole al Congreso la colaboración para avanzar en este proceso de cambio que la sociedad eligió en un contexto de crisis que requiere de acción inmediata”, expresó el Presidente de la Nación.
El detalle de las medidas de desregulación:
- Derogación de la Ley de Alquileres.
- Derogación de la Ley de Abastecimiento.
- Derogación de la Ley de Góndolas.
- Derogación de la Ley del Compre Nacional.
- Derogación del Observatorio de Precios.
- Derogación de la Ley de Promoción Industrial.
- Derogación de la Ley de Promoción Comercial.
- Derogación de la normativa que impide la privatización de las empresas públicas.
- Derogación del régimen de sociedades del Estado.
- Transformación de todas las empresas del Estado en sociedades anónimas para su posterior privatización.
- Modernización del régimen laboral.
- Reforma del Código Aduanero.
- Derogación de la Ley de Tierras.
- Modificación de la Ley de Manejo del Fuego.
- Derogación de las obligaciones que los ingenios azucareros tienen en materia de producción azucarera.
- Liberación del régimen jurídico aplicable al sector vitivinícola.
- Derogación del sistema nacional del comercio minero y del Banco de Información Minera.
- Autorización para la cesión del paquete accionario total o parcial de Aerolíneas Argentinas.
- Implementación de la política de cielos abiertos.
- Modificación del Código Civil y Comercial para reforzar el principio de libertad contractual entre las partes.
- Modificación del Código Civil y Comercial para garantizar que las obligaciones contraídas en moneda extranjera deban ser canceladas en la moneda pactada.
- Modificación al marco regulatorio de la medicina prepaga y las obras sociales.
- Eliminación de las restricciones de precios a la industria prepaga.
- Incorporación de las empresas de medicina prepaga al régimen de obras sociales.
- Establecimiento de la receta electrónica.
- Modificaciones al régimen de empresas farmacéuticas.
- Modificación de la Ley de Sociedades para que los clubes de fútbol puedan convertirse en sociedades anónimas (si así lo quisieran).
- Desregulación de los servicios de internet satelital.
- Desregulación del sector turístico eliminando el monopolio de las agencias de turismo.
- Incorporación de herramientas digitales para trámites de los registros automotores.
El Poder Ejecutivo enviará próximamente un paquete integral de leyes al Congreso para convalidar todos y cada uno de los cambios que son esgrimidos en el masivo decreto de desregulación, y a estos efectos se convocarán a sesiones extraordinarias pese a la negativa del kirchnerismo.
La desregulación de la economía no hace otra cosa sino desplegar el potencial de crecimiento, el cual solo podrá ser aprovechado a raíz del programa de estabilización que está llevando a cabo el ministro de Economía Luis Caputo y el presidente del Banco Central Santiago Bausili.
Argentina vuelve a desarmar las telarañas de un Estado prebendario y corporativo, cuyas regulaciones impedían el normal funcionamiento de las instituciones, el comercio y la transacción entre las partes del sector privado.