Elección presidencial: unas PASO sin internas pero con mucho en juego
Como si fueran las elecciones generales. Así creen los analistas y candidatos que se dirimirán estas Primarias presidenciales, en las que ninguna de las 10 listas que compiten tiene internas, por lo que la expectativa está puesta en ver con qué chances llegarán los postulantes a los comicios de octubre.
La tendencia hacia la ultra polarización comenzó a advertirse tras la oficialización de los candidatos y se aceleró fuertemente en las últimas semanas, al punto tal de que solo dos postulantes (Mauricio Macri y Alberto Fernández), concentrarán cerca del 80% de los votos. Es por eso que, ante una elección primaria sin internas, la atención está puesta exclusivamente en saber cómo quedarán posicionados los contrincantes para las generales de octubre, donde todo hacer prever que se resolverá la compulsa, sin balotaje.
Las fórmulas de Juntos por el Cambio y el Frente de Todos nacieron con sorpresas: el presidente Mauricio Macri lleva como vice a Miguel Ángel Pichetto, un senador que tras el 2015 se enfrentó a Cristina Kirchner, y que le aporta una "pata peronista" al frente oficialista, rol que antes era ocupado por el presidente de la cámara de Diputados, Emilio Monzó, quien quedó afuera de esta contienda electoral.
Antes, CFK había pateado el tablero anunciando que acompañaría como vice la candidatura presidencial de Alberto Fernández, un dirigente con el que estuvo peleada hasta 2017, cuando comenzaron a recomponer la relación. Como un dominó, la jugada desencadenó otros acuerdos, como el arribo de Sergio Massa, lo que terminó prácticamente revirtiendo la diáspora peronista iniciada en 2011, cuando el tigrense armó su propio espacio, el Frente Renovador, hoy devorado por la polarización.
Los que apuestan con romper
En esa "ancha avenida del medio" que soñó Massa se ubicó Roberto Lavagna, quien reconstruyó lo que quedó de Alternativa Federal tras la salida de Pichetto y Massa y la autoexclusión de José Schiaretti. Con el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, como único sobreviviente de ese cuarteto, el exministro de Economía encabeza la boleta de Consenso Federal.
Por su parte, la izquierda no logró sintetizarse en una única candidatura, y competirá nuevamente con dos sellos: por el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) compiten los diputados nacionales Nicolás del Caño y Romina Del Plá, mientras que el Nuevo MAS llevará como candidata a presidenta a Manuela Castañeira (la única mujer para esa categoría), acompañada por Eduardo Mulhall.
Una de las candidaturas que tuvo que sortear más contingencias fue la del economista José Luis Espert, del frente Despertar, quien lleva como vice al periodista Luis Rosales.
Cerca del cierre de listas, Alberto Asseff, un dirigente que controla el sello UNIR, dejó el espacio en acuerdo con Pichetto, y se aseguró un lugar a entrar en la lista de diputados del oficialismo. Esto dejó casi sin sustento la postulación, que finalmente fue "resucitada" con la incorporación de otro sello. No tuvo la misma suerte su candidato a gobernador, Guillermo Castello, quien no pasó los filtros de la Junta Electoral bonaerense.
En el extremo derecho del espectro quedaron otras propuestas. Una es el frente NOS, que postula al veterano de Malvinas, excarapintada y exfuncionario de Aduanas Juan José Gómez Centurión, que está acompañado por Cynthia Hotton, una exdiputada que se destacó por su prédica contra el matrimonio igualitario, y hoy defiende posiciones "pro vida" respecto del aborto.
En tanto, el polémico Alejandro Biondini, identificado con posiciones ultra nacionalistas y filo nazis, irá acompañado por Enrique Venturino, por el Frente Patriota. Completan el cuarto oscuro las boletas del exgobernador correntino José Antonio Romero Feris por el Partido Autonomista y Raúl Albarracín, en representación del Movimiento de Acción Vecinal. (DIB)