La provincia de Córdoba sigue enfrentando una situación crítica por los incendios forestales, que han arrasado con vastas áreas en las últimas semanas. Aunque algunos focos han sido mitigados, las autoridades han advertido que este lunes el riesgo continúa siendo extremo debido a las altas temperaturas, que podrían alcanzar los 40 grados, y a los vientos fuertes que se prevén para todo el territorio provincial.
 

El último parte emitido por el Gobierno de Córdoba confirmó que sigue activo el incendio en la Quebrada de la Mermela, tanto en el lado sur como en el norte. En la zona de Traslasierra, más de 150 bomberos, apoyados por cuatro aviones y dos helicópteros, continúan trabajando para controlar el fuego, con refuerzos esperados durante el día. Además, se están utilizando máquinas viales para crear cortafuegos y evitar que las llamas lleguen a la Reserva Chancaní.

En San Marcos Sierras, la actividad del fuego ha disminuido, lo que ha reducido el riesgo para las viviendas de la zona. Sin embargo, el Servicio Meteorológico Nacional ha emitido un alerta por las altas temperaturas y vientos, lo que genera preocupación por la posible reactivación de los focos. Las autoridades instan a la población a extremar los cuidados y medidas de prevención para evitar nuevos incendios.

Ante la gravedad de la situación, el Gobierno provincial declaró el desastre agropecuario para las zonas afectadas entre agosto y septiembre. Esta medida, que regirá desde el 1° de septiembre de 2024 hasta el 31 de agosto de 2025, beneficiará a los productores agrícolas, forestales, frutihortícolas, ganaderos, tamberos y apícolas que han sufrido pérdidas debido a los incendios. Las autoridades ya habilitaron los formularios para que los damnificados puedan presentar sus declaraciones juradas y acceder a las ayudas disponibles.

A pesar de los esfuerzos por controlar los incendios, las condiciones climáticas siguen siendo desfavorables. Las temperaturas extremas y los vientos fuertes agravan la situación, y las autoridades temen que los focos controlados puedan reactivarse en cualquier momento. La situación mantiene en vilo a toda la provincia, que atraviesa una de sus peores crisis ambientales en los últimos años.