En el Gobierno apuntan al peluquero de Fabiola Yañez como el autor de la filtración de la foto
Como la ola imparable de un tsunami cuyas aguas siguen y siguen inundando los despachos y oficinas del gobierno, el escándalo por la fiesta de cumpleaños de Fabiola Yañez celebrada en la Quinta de Olivos hace un año, durante la etapa más dura de la cuarentena impuesta por Alberto Fernández, viene desdoblándose en distintos focos de incendio político. Uno de los más calientes crece respecto de la pesquisa sobre quién filtró las fotos que dispararon la crisis.
Siempre proclives a las conspiraciones, en los escritorios de la Casa Rosada y el Senado recelaban mutuamente por el delivery de las imágenes que el jueves difundieron primero Eduardo Feinmann y luego Guadalupe Vázquez en la pantalla de La Nación+: ¿se trató de una operación de algún sector de la oposición para calentar la campaña electoral? ¿Fue otra escaramuza de fuego amigo, una intriga de palacio que no midió consecuencias? ¿O se trató nomás de una fatalidad quizás inevitable luego del irresponsable brindis que los invitados retrataron con sus teléfonos?
La cacería comenzó el mismo jueves, con sospechas de la intervención de servicios de inteligencia orgánicos o "mano de obra desocupada" de esos mismas agencias que sólo le vienen sirviendo al Estado para crearle problemas.
Al mediodía del viernes, la respuesta ya estaba en el escritorio de varios funcionarios. Y aunque la noticia ya estaba confirmada casi sin dudas, se buscó mantenerla bajo reserva. En ese momento, el incendio principal se intentaba mitigar en el primer piso de la Rosada, donde un anonadado Presidente preparaba su discurso de disculpas por el affaire.
Pero el dato sobre el origen de la foto es otra piedra de la cual se ocuparán este fin de semana. En las cercanías del Presidente ya lo murmuran: "El principal sospechoso de la filtración es el peluquero de Fabiola, Federico Abraham".
Su teléfono no fue el único que capturó la alegría de la fiesta con que la pareja de Alberto Fernandez celebraba junto a él y una docena de amigos el cumpleaños 39 de la ex modelo; fuentes del oficialismo confirmaron a Clarín que varios de ellos le pidieron a uno de los empleados de Olivos que les sacara una instantánea alrededor de la mesa. Y junto al Presidente, por supuesto.
"Federico es un cholulo, le gusta contar y mostrar que atiende a Fabiola", se lamentan en el círculo íntimo del Presidente.
"Lamento que haya ocurrido. Debí haber tenido más cuidado", afirmó este viernes Fernández. "Fabiola convocó a una reunión con sus amigos y a un brindis que no debió haberse hecho, que definitivamente me doy cuenta que no debió haberse hecho. Y que lamento que haya ocurrido. Claramente me arrepiento", intentó disculparse.
"Nunca quise esconderme detrás de nadie cuando tenía que dar la cara yo", dijo luego, no sin cierta contradicción con sus palabras previas.
Abraham, un peluquero y colorista de 33 años oriundo de San Nicolás, no sólo atiende a Fabiola Yañez, sino también a otras famosas como Guillermina Valdés, Soledad Fandiño Rocío Marengo y las hermanas Micaela y Candelaria Tinelli.
?En una entrevista reciente con Infobae, consideró que "el deseo de las mujeres de ser rubias proviene de sus orígenes europeos. Además, convengamos que el rubio otorga luminosidad y no pasa de moda".
Según los registros de ingresos a la Quinta de Olivos, obtenidos por el periodista Gonzalo Ziver, Abraham ingresó 36 veces a la residencia presidencial. (Télam)