Luego del anuncio de  1.200 despidos  en el Ministerio de Justicia, un trabajador de la Dirección Nacional de Asuntos Jurídicos falleció tras sufrir un infarto en su lugar de trabajo. El empleado, con más de 30 años de servicio y cercano a la jubilación, no pudo ser reanimado debido a que los desfibriladores del edificio no funcionaron, lo que generó indignación entre sus compañeros y representantes gremiales.

La muerte del trabajador ocurrió en el marco de una creciente tensión laboral provocada por los despidos masivos. Según el delegado de ATE, Rubén López, el ambiente de incertidumbre y las medidas de achicamiento impactaron gravemente en la salud emocional de los empleados: «Hubo medidas violentas, la gente estuvo altamente angustiada». López señaló que la situación del trabajador fallecido refleja el deterioro generalizado en las condiciones laborales del sector.