Flor, telar y mandala de la abundancia: estafas que se reciclan y apuntan a las mujeres
"El telar de los sueños", "Mandala de la abundancia", "Círculos de la prosperidad", "Flores de la abundancia" y "Ruedas de la amistad", es un tipo de estafa que se conoce en gestión con el nombre de esquema Ponzi.
Se disfraza de sororidad, de economía alternativa y de red de apoyo entre mujeres. Según sus difusoras, su objetivo es conformar un tejido solidario de mujeres que luche contra "el sistema financiero patriarcal" y que permite "cumplir sus sueños" todo con un halo de "nueva energía".
Una organización llamada Telar de Mujeres resurgió en el último mes y con toda la potencia. Se trata de una red de colaboración en la que, para pertenecer, hay que poner alrededor de 1440 dólares con la promesa de recibir, en un lapso de cinco semanas, seis veces más. Y llega de la mano de personas que pueden ser de tu absoluta confianza, una amiga, la madre de tu ahijada, una mujer que admiras, o una absoluta desconocida a través de los grupos de Whatsapp y las redes sociales.
La oferta es tentadora, y supone un "lazo de confianza", de sororidad, de economía femenina. La zanahoria en principio se disfraza de suyeños, de anhelos, de contención y de repente, todo es dinero.
Así, bajo la consigna “dar para recibir”, miles de profesionales, artistas, y emprendedoras –de clase media y media alta– se agrupan bajo la premisa de aumentar su patrimonio de la mano del fortalecimiento de amistades, ideas y del desarrollo espiritual. Suena tentador, claro, y si viene además de alguien de tu confianza, en un contexto de crisis financiera, estás cada vez más cerca de morder la zanahoria.
Estafa Piramidal ¿qué es y cómo podés estafar a otras "sin querer"?
El economista Federico Fiscella consideró, en diálogo con Radiópolis, Radio 2 -Rosario-, que el "Telar de los Sueños" es un "esquema Ponzi". "Lo que se consigue con este alto retorno es empezar una especie de sistema que se dice de cooperación pero es una estafa que con el dinero que va entrando se paga al que estaba antes que vos pero el sistema se rompe porque es imposible que sea infinito", planteó crítico y agregó: "Sólo cobran los primeros, que cuando cobran levantan el dinero y si ingresás a 7 u 8 personas ese dinero no va a estar y al final estás estafando gente".
Regalos...en forma de billetes y dolarizados
Algunas convencidas, o así se manifiestan para no darse cuenta que han caído en la trampa y que tal vez por "perseguir sus sueños", han hecho caer a otras personas de su círculo en esta estafa de estilo Ponzi, sostuvieron que: "Para mí es una hermosa forma de sostener mis deseos sin poder poner el no puedo por la más famosa excusa del dinero y también de ayudar a atravesar las trabas de otras mujeres para que permanezcamos en las formas que nos hacen bien, sin sacrificios ni sometimientos. Es tan simple y mágico cómo suena.Te doy un regalo, recibo ese regalo por ocho. Lo único que hay que hacer para que eso funcione es invitar a más mujeres. Se alimenta de nosotras y funciona por nosotras".
"Las hermanas mayores"
Cuando un agua recibe su regalo y sale del mandala puede "reciclarse" hasta tres veces si ejerce de hermana mayor, es decir: recibir 1.400 dólares cada vez que una de sus fuegos se convierte en agua y así hasta dos ciclos más. Su papel, supuestamente, es facilitar el proceso. Pero no siempre se cumple. Ana (nombre ficticio) estuvo en un mandala que se atascó y así fue precisamente cómo descubrió la trampa del Telar de los sueños: "Me di cuenta de que había hermanas mayores que ''falseaban el sistema''. Empezaban nuevos telares y se ponían ellas en el inicio de la pirámide, conseguían el dinero de los fuegos, se iban, y lo volvían a hacer. Curiosamente nunca traían fuegos para nuestro mandala, pero sí para otros que se completaban rapidísimo".
Alerta: Estafa feminista
Al Telar lo delata aún un lenguaje individualista: aunque habla de "luchar contra los bancos" hace constante hincapié en la necesidad de "cumplir nuestros sueños" (sueños entre los que pueden estar el ampliar la casa, tener la propia, viajar, cambiar los pisos o emprender un negocio) y se difunde mediante vídeos profundamente naif, "inspiradores", dulces en los que asegura tener su germen en la "organización comunitaria y de apoyo mutuo de las mujeres africanas" (africanas, sí, así en general).
Este carácter turbio, entre el espiritualismo new age, el coaching y el pseudofeminismo setentero más superficial, puede evolucionar rápidamente en un feminist-washing [lavado feminista] que disfrace el telar -con cualquier otro nombre ideado para la ocasión, otra cantidad a aportar y otra estética discursiva más elaborada- en una estafa menos sencilla de detectar y especialmente peligrosa en el caso de mujeres.