El Gobierno argentino ha decidido implementar un aumento en las tarifas de gas a partir del mes de abril, como parte de su estrategia de recorte de subsidios destinados a hogares, industrias y comercios. Este ajuste, que se estima en alrededor del 300%, impactará principalmente en aquellos sectores con mayores ingresos.

La medida, que ya estaba prevista desde hace meses, se hace efectiva ahora con la firma de una resolución que se llevará a cabo la semana próxima. El objetivo principal es reducir el déficit fiscal y buscar un equilibrio en las cuentas públicas.

Se espera que el incremento tenga un impacto significativo en las boletas de gas, especialmente durante los meses de invierno, cuando el consumo suele ser mayor. La decisión oficial llega con cierto retraso, ya que estaba programada inicialmente para febrero, pero se pospuso en un intento por controlar la inflación.

Según lo informado por la Secretaría de Energía, este ajuste se aplicará de manera escalonada durante los próximos tres meses. La primera actualización se realizará en abril, seguida de ajustes adicionales entre mayo y septiembre, y finalmente entre octubre y diciembre.

Cabe destacar que este aumento no solo afectará el precio del gas en sí mismo, sino que también influirá en otros componentes de la tarifa final, como el transporte y la distribución. Se espera que estas áreas también experimenten incrementos en sus tarifas, aunque aún no se han anunciado oficialmente.