Debo confesar que son días donde este periodista, con cuatro décadas de ejercicio en el oficio de la comunicación, no tiene ganas de escribir su opinión de lo que nos está pasando.

Pero, la publicación de esta foto en el diario LA NACIÓN me movilizó a ensayar esta columna; será que una foto sigue disparando eso, la de decir más que mil palabras.

Siempre pensé que Zárate era la tierra de guapos, por el Tango. Porque a alguien se le ocurrió proyectarla como la Capital Provincial de la música arrabalera y aunque hoy todavía tenga poco reflejada en nuestro paisaje, ostentamos "esa categoría", la de los guapos del 2×4 y que tenían que ver con las conquistas o fracasos en el amor.

El viejo refrán que se mezcla en muchas letras de tangos destaca "Guapos eran los de antes..."

Lo que nunca imaginó este comunicador, que también nos vincularían a 20 años del siglo XXI con los guapos para matar...

Ni Bochini, ni el Goyco... Ni el "puente" en su apogeo, fueron capaces de tanto, de hacer hablar un país y hasta en muchos rincones del planeta de Zárate, de los "guapos" que esta ciudad tenía y que, a las sombras algunos intuíamos o a medias, conocíamos.

Esos guapos que el sábado 18 de enero de 2020, a la madrugada, en la salida del boliche LE BRIQUE en Villa Gesell, nos mancharon como ciudad.

Los "vivos" que se la dan de guapos y fueron por "la muerte" de Fernando Báez Sosa de 18 años, esa que nos puso en todos los medios y que se llenó la boca del país.

"Guapos" que hicieron que hace más de una semana no se hable de otra cosa en la ciudad del tango.

"Guapos" que enmudecieron a Zárate y sus familias.

"Guapos" que involucraron como cagones a un inocente.

"Guapos" que son repudiados por toda la ciudad.

¿Guapos? Eran "esos del tango" que lo hacían por el amor de una mujer.

¿Guapos? ¿Los que en manada se dan animo para terminar con la vida de un pibe por una mancha en la camisa?

¡Guapos!, los guapos que le dieron a Zárate la oportunidad de ser "la Capital" del 2×4, guapos que ese mural y su foto querían reflejar...

Estos nuevos "guapos" no nos representan. Ni nada tienen que ver con "los guapos de antes".

Tristísima semana. Lamentable tener que pensar y escribir de este tema. A la familia y memoria de Fernando, a Pablo y su familia y, a las otras diez, esas que lloran desesperadas como la vida les cambió de un minuto y ahora deberán convivir con el duro mundo de los muros.

Fríos muros que tratarán de reeducarlos para su reinserción en la sociedad, mientras se protege a la misma de estos elementos peligrosos, separándolos de ella, en la cárcel...

Supo decir Diego que "la pelota no se mancha".

Pero nadie nos dijo que "una ciudad no se puede manchar".

*El autor es el director de Multimedios El Debate